Nokia Lumia 1020, el mejor Windows Phone

“¿Qué sentido tiene presentar un móvil con cámara de 40 megapíxeles?”, esa era la pregunta más repetida en la edición 2012 del Mobile World Congress de Barcelona tras ver la última novedad de Nokia. Una de sus últimas creaciones, el PureView 808, antes de apostar por Windows Phone y después pasar a manos de Microsoft, fue el lanzamiento de un móvil con una cámara excelente pero embutido en un sistema operativo llamado a la desaparición, Symbian.

Dos años después, el experimento cobra sentido con el Lumia 1020, el smartphone más avanzado de Nokia cuya carcasa en amarillo chirriante no pasa inadvertida. El verdadero potencial está en la cámara, luminosa, rápida, con excelente resultado tanto en interiores como en situaciones de difícil enfoque… Invita a decir adiós definitivo a las cámaras compactas, tanto por calidad de los resultados como por las posibilidades de manejo de parámetros.

En su interior esconde el procesador Qualcomm de dos núcleos, cuando se empiezan a imponer los de cuatro, dos gigas de memoria RAM que le dotan de gran fluidez y 32 de memoria que no se pueden ampliar con tarjetas adicionales. Tampoco se puede extraer la batería.

No resulta fácil de agarrar. Al material deslizante del exterior hay que añadir una estructura algo descompensada por lo que es fácil que caiga de la mano si no se presta atención.

El sistema operativo con accesos directos en la primera pantalla y el resto en el lateral derecho puede resultar cómodo para aquellos que no hayan usado nunca un smartphone, pero da sensación de pobre y farragoso para los que estén familiarizados con Windows Phone o ya se manejen con Android o iOS. Se vende libre por 629 euros.