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El jardín que alimentará al planeta se siembra y se riega en Suiza

El Jardín del Futuro es un proyecto pionero de la compañía Nutreco que pretende garantizar la alimentación de la población mundial en la segunda mitad del siglo XXI. Investigación en nutrición, inteligencia artificial y biotecnología se alían en este sofisticado laboratorio, que se enfoca en lo que las plantas pueden hacer por la sostenibilidad y la salud animal

En Nutreco exploran combinaciones de metabolitos secundarios de plantas, mezclas diseñadas para actuar sobre funciones fisiológicas clave en los animales. En la imagen, 'dormitorio' de especies vegetales.

A orillas del lago de Constanza, en el cantón de Turgovia (Suiza), todo es como se visualiza: aire limpio, verdes colinas y quietud. El idílico escenario centroeuropeo se completa con un pujante polo de innovación agroalimentaria. En el clúster industrial PhytoValley, un conglomerado de empresas lejos del mundanal ruido y de los centros de decisión globales en la materia, la compañía Nutreco investiga y desarrolla algo más que el poder de las plantas: siembra el futuro de la producción animal.

Su Jardín del Futuro es una instalación pionera en la que la inteligencia artificial (IA), la biotecnología vegetal y el conocimiento nutricional convergen para dar respuesta a uno de los desafíos más complejos del siglo XXI: alimentar a una población creciente sin destruir el planeta. Forma parte de la estrategia de Trouw Nutrition ⎯compañía de nutrición animal del grupo Nutreco⎯ para redefinir el uso de ingredientes naturales en la alimentación ganadera.

El verdadero valor de este enfoque no está solo en lo que aporta a la nutrición animal, sino en cómo ayuda a descarbonizar la cadena alimentaria sin comprometer la productividad
Joaquín Peinado, director general de Nutreco Iberia

Respuesta verde a una urgencia global

La ganadería atraviesa un punto de inflexión. Las exigencias de sostenibilidad, el escrutinio de los consumidores, la presión regulatoria sobre el uso de antibióticos y el reto de producir más con menos, obligan a la adaptación del sector. En ese contexto, los llamados fitogénicos ⎯ingredientes derivados de plantas con efectos beneficiosos para la salud y el rendimiento animal⎯ han ganado atención. Pero en el Jardín del Futuro, sus habitantes de bata blanca ⎯fitofarmacólogos y fisiólogos vegetales⎯ van más allá del simple extracto vegetal: exploran combinaciones de metabolitos secundarios de plantas, mezclas diseñadas para actuar sobre funciones fisiológicas clave en los animales.

Las instalaciones de Nutreco, junto al lago Constanza, en el cantón de Turgovia (Suiza), forman parte del clúster industrial PhytoValley.

Son lo que en Nutreco denominan FitoComplejos, un paso más allá de los fitogénicos convencionales, al introducir un enfoque revolucionario: una combinación de aceites esenciales, extractos de plantas, polifenoles y otros metabolitos secundarios vegetales, junto con fitoactivos de soporte. Estos FitoComplejos se enfocan en el animal y no en el patógeno. Una combinación sinérgica que permite reproducir el modo de acción natural de las plantas en el organismo animal mejorando su fisiología digestiva, fortaleciendo el sistema inmunitario y facilitando la adaptación a condiciones de estrés. La tecnología de microencapsulación aplicada en su fabricación facilita su uso en la cadena de producción, para asegurar su estabilidad térmica y su biodisponibilidad, garantizando una acción eficaz y sostenida.

Los FitoComplejos, herramientas más eficaces, precisas y sostenibles, mejoran la inmunidad, reducen el estrés oxidativo, favorecen la digestibilidad y contribuyen al bienestar animal.

De la raíz al algoritmo

El proceso comienza en la misma tierra. En el jardín, más de cien plantas se domestican: se estudian y cultivan en condiciones controladas para maximizar la expresión de metabolitos con propiedades funcionales. El trabajo no se limita a cosechar lo que ofrece la naturaleza: implica entender cómo el entorno, el tipo de suelo o el estrés hídrico influyen en la composición de cada planta.

Los equipos multidisciplinares de Nutreco se basan en una IA propia, que permite identificar patrones de eficacia en combinaciones específicas de compuestos vegetales. No solo predice la acción de los ingredientes, también guía su producción a escala industrial, con uniformidad y calidad constante y trazabilidad total. “Durante años, el uso de plantas estuvo limitado por la variabilidad y la falta de comprensión de sus mecanismos de acción”, explica José María Bello, director técnico de Nutreco Iberia. “Hoy, podemos diseñar aditivos fitogénicos basados en datos, con una lógica funcional y no empírica dado que nos aprovechamos de las sinergias que se producen entre los distintos metabolitos de las plantas”.

Hoy podemos diseñar aditivos fitogénicos basados en datos, con una lógica funcional y no empírica dado que nos aprovechamos de las sinergias que se producen entre los distintos metabolitos de las plantas
José María Bello, director técnico de Nutreco Iberia

Innovación que respeta al planeta

Más allá de la eficacia productiva, el Jardín del Futuro encarna una visión profundamente alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Trabaja con métricas de impacto medioambiental para cada solución desarrollada. La elección de cultivos, las técnicas agronómicas utilizadas, el reciclaje de nutrientes y el bajo uso de agua son parte integral del modelo. Además, muchos de los metabolitos seleccionados pueden disminuir la excreción de minerales como el zinc o el cobre, cuyo uso excesivo representa un problema ecológico creciente.

“El verdadero valor de este enfoque no está solo en lo que aporta a la nutrición animal, sino en cómo ayuda a descarbonizar la cadena alimentaria sin comprometer la productividad”, apunta Joaquín Peinado, director general de Nutreco Iberia.

El Jardín del Futuro es una plataforma abierta en continua evolución. Nutreco prevé ampliar su capacidad de investigación, desarrollar nuevas alianzas con universidades y centros de excelencia en fitobiología, y escalar su modelo de producción en distintos continentes para adaptarlo a condiciones locales. La idea, según fuentes de la compañía, es que cada “ecosistema” de producción animal pueda contar con soluciones específicas, validadas científicamente, compatibles con la normativa y adaptadas a sus desafíos concretos. “Estamos dejando atrás el enfoque de talla única. La nutrición del futuro será de precisión, basada en ciencia, sostenible y natural”, concluyen.

Mientras los debates globales sobre la producción de alimentos se polarizan entre industrialización y retorno a lo orgánico, Nutreco plantea una tercera vía: la de la ciencia aplicada con respeto por los ritmos de la naturaleza. En la compañía están convencidos de que un modelo agroalimentario que alimente a 10.000 millones de personas sin agotar el planeta pasa por algo tan sencillo ⎯y tan radical⎯ como volver al jardín.

Fytera: ciencia verde para la salud animal

Uno de los frutos más visibles de esta innovación es Fytera, una gama de aditivos naturales desarrollados a partir del trabajo en el Jardín del Futuro. A diferencia de los fitogénicos convencionales ⎯basados en aceites esenciales o extractos individuales⎯, Fytera emplea FitoComplejos cuya composición se ha definido a través de algoritmos, para maximizar su eficacia.

Esta línea incluye soluciones específicas para distintas especies animales (aves, cerdos, rumiantes y peces) y distintas fases productivas. Por ejemplo, combinaciones diseñadas para apoyar la salud intestinal durante periodos de transición, para mejorar la respuesta inmunitaria frente a desafíos sanitarios o para aumentar la eficiencia alimentaria en contextos de alto estrés térmico. Las pruebas en granjas muestran mejoras sostenidas en parámetros como la ganancia media diaria, la conversión alimentaria y los indicadores de salud intestinal. Y todo ello repercute en la reducción del uso de antimicrobianos, con un impacto medioambiental menor.

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