Los casos de la infección aumentan un 27% cada 10 días en los países afectados

El ébola avanza desbocado en África. Desde el 20 de junio hasta el 13 de agosto, que es la fecha de los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de casos ha aumentado en su conjunto un 255%. En total, ya ha habido 2.127 casos con 1.145 fallecidos registrados, una cifra que, según la propia OMS, es muy inferior a la real. Pero aun así, tomando esos datos, si se divide ese tiempo en periodos de 10 días (el cálculo es aproximado ya que la OMS publica un recuento cada tres o cuatro días y se incluyen todos los casos, incluidos los solo sospechosos, pero tiene la ventaja de que usa siempre la misma fuente de datos), la media del incremento es de un 27% cada semana y media.

Y la proyección de los datos confirma que se está muy lejos de que la velocidad de propagación amaine. Eso se ve en las gráficas, que son en forma de J en Liberia y Sierra Leona. En Guinea, que fue el origen del foco —se cree que el primer infectado fue un niño en Gueckedou en diciembre—, la línea es menos pendiente y más recta, lo que muestra un crecimiento sostenido pero que no se acelera. Nigeria, que tiene solo 12 casos y es el último al que llegó la infección, todavía no tiene una pauta y parece que se mantiene en 12 los casos, todos ellos contactos de Patrick Sawyer, que llegó enfermo desde Liberia el 20 de julio.

Otro indicador que sirve para medir la progresión de la enfermedad es el tiempo que ha tardado el número de casos en duplicarse. En el conjunto de los países lo hizo en 36 días, pero mientras en Guinea el plazo fue de 85 días, en Sierra Leona lo hizo en 30 y en Liberia en 15.

En coherencia con estas cifras, hay otro indicador que arroja el mismo resultado: la variación en el número de casos en el último periodo medido (del 1 al 13 de agosto). En Guinea subió un 7%, en Sierra Leona un 25% y en Liberia un 68%. El incremento total fue del 33%. En los datos de la OMS se usa el país de la infección, y por eso no figuran España ni Estados Unidos, aunque tengan casos.

La conclusión es clara: en Guinea parece que hay un cierto control —aunque insuficiente—. El país ha decretado una emergencia nacional. En Sierra Leona y Liberia las medidas de contención no están funcionando en absoluto, y los números van a aumentar, por ejemplo por la decisión de tomar la temperatura a todos los que pasen ciertas fronteras entre distritos, como ha ordenado el Gobierno.