Detenido el titular de una clínica ilegal de estética por delito contra la salud pública

La Guardia Civil y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han intervenido una clínica ilegal dedicada a la estética y ha detenido en Madrid capital a su responsable, Vicente Puig López, de 57 años, como presunto autor de un delito contra la salud pública, intrusismo profesional y falsificación documental.

La clínica está ubicada en la calle Jorge Juan, en el céntrico distrito de Salamanca, y ya ha sido precintada por funcionarios de la Consejería de Sanidad.

Se trata del primer arresto tras la polémica suscitada por la muerte de una paciente en otro centro del mismo barrio de Madrid mientras se sometía a una operación rutinaria.

Gerardo Raúl Senderowicz, médico que atendía a la fallecida, Débora Catalán, de 36 años, ha insistido en que la paciente falleció mientras le practicaba una mesoterapia, reducción de muslos que no requiere cirugía. La familia de Catalán insiste en que la operación era de liposucción.

Según ha informado la Dirección de la Guardia Civil, el detenido, que carece de la titulación para ejercer la actividad profesional que desarrollaba, recetaba unas cápsulas para adelgazar a sus clientes. El análisis posterior ha demostrado que estaban compuestas por sustancias perjudiciales para la salud.

Sin titulación

Las investigaciones se iniciaron a raíz de las presuntas irregularidades por una mujer a la que le diagnosticaron tiroiditis, enfermedad que su médico dijo podía ser debida a los medicamentos que tomaba. Otros pacientes comentaron que las pastillas que les había recetado el arrestado les había producido cierto malestar físico.

La Guardia Civil también ha constatado que la clínica de estética intervenida no estaba inscrita en los organismos correspondientes de la Comunidad de Madrid ni estaba registrada como tal en la Dirección General de Farmacia y Acreditación. El detenido, por su parte, carecía de titulación para dedicarse a las actividades que desarrollaba.

De hecho, en la intervención de la clínica se incautaron medicamentos sin precintos, supuestas formulas magistrales, así como títulos falsificados.

El supuesto centro médico sólo contaba con un letrero a la entrada del inmueble, en el que se anunciaba su actividad laboral, y utilizaba como reclamo para conseguir clientela el "boca a boca" de unas pacientes a otras.