‘Gym bro’, el estereotipo del que huyen muchas mujeres (aunque los hombres no se lo crean)
El último viral en redes sociales ha puesto sobre la mesa cómo muchos hombres creen que ellas mienten al asegurar que prefieren a un hombre con michelines que al que cuenta calorías


William Costello, un investigador especializado en la psicología de los incels, hizo una encuesta en X para saber si el cantante Olly Murs, cuyo nutricionista había subido a sus redes sociales el clásico “antes y después” de su cliente tras 12 semanas de dieta y entrenamiento, gustaba más antes de haber perdido peso o ahora que luce una silueta musculosa. Los resultados indicaron que mientras que el 42,6% de los hombres preferían su nueva imagen y el 23,6% la previa, tan solo el 7% de las mujeres consideraban que Murs es más atractivo en la actualidad. Al ver los resultados, otro usuario de la red social consideró que los datos eran una absoluta falacia. “¿Por qué mienten sobre esto las mujeres? ¿Cuál es el verdadero motivo?”, se preguntó en un tuit que se ha viralizado. “No mentimos. A las mujeres nos resulta más atractivo en la foto de la izquierda, donde transmite la sensación de que podría ser ‘tu novio cariñoso y protector con el que te acurrucas y te diviertes’; en la foto de la derecha, la de ‘soy egocéntrico y posiblemente gay’. Lo siento. Nuestros cerebros…”, dice una usuaria.
why are women lying about this? like what's the actual cause? pic.twitter.com/RM3b82jIF4
— taoki (@justalexoki) April 26, 2025
Y es aquí donde entra en juego Chris Alvino, un dating coach que ofrece cursos dirigidos a hombres que quieran aprender a ligar desde una perspectiva más “saludable”, abrazando la nueva masculinidad que asegura que las mujeres exigen ahora a sus parejas. Alvino expuso su caso: “Es divertidísimo que yo, un tipo gordo y de color, haya salido con muchísimas modelos y deportistas a lo largo de los años. Antes me daba mucha vergüenza porque ellas estaban en forma, mientras que yo... Cuando me sentía inseguro y les preguntaba por qué estaban conmigo, todas dijeron lo mismo”, decía en X. “Porque el asunto no es que las mujeres mientan, sino que los hombres no escuchan, y es ahí donde fallan. Lo que me dijeron es que piensan que los gym bros son insoportables. Dicen que siempre están juzgando (porque ellos mismos juzgan sus propios cuerpos) y que cuando están en una relación, dirigen esos juicios hacia sus novias. Y es así cómo estas mujeres terminan por ser bombardeadas por juicios que provienen tanto de ellas mismas como de sus novios”, asegura el coach.
Precisamente en la edición argentina de Love is Blind (el programa de Netflix en el que sus participantes se enamoran sin haberse visto para después del flechazo emocional, pasar a convivir antes de la boda) uno de los participantes, un asesor de imagen que presume constantemente de músculos, le recomienda a su pareja que se inyecte ácido hialurónico y se enfada cuando ella come algo que se sale de lo pautado. “Voy a aprovechar para comer esto ahora que no me ve mi prometido”, dice a lo largo del programa en dos ocasiones, ante la estupefacción de sus compañeras, quedando así patente que tal vez, lo que dice Alvino no es tan descabellado.
“Las parejas obsesionadas a nivel corporal requieren de una mirada de alarma, pues eso tendrá un impacto negativo en la relación. Cuando alguien entra en el apartado en el que juzga, las parejas sienten incomodidad y rechazo porque sienten que la identidad de la pareja está definida por la apariencia, el ejercicio y el cuidado de la alimentación”, explica a S Moda la psicóloga Marta de Prado.
Chris Avino comenta que sus parejas, al ver cómo él disfrutaba de una hamburguesa sin la culpa como condimento y no les echaba en cara que ellas tomaran un helado, se sentían seguras. “Y no solo eso: la mayoría de mujeres piensan que esas cosas son inmensamente aburridas y tediosas. No quieren una pareja obsesionada con las calorías, sino alguien que tenga una personalidad que no quede definida por el gimnasio”, dice. Marta de Prado indica que la neurociencia ha demostrado que el impacto de la tranquilidad, el sosiego, la inteligencia emocional y compartir una perspectiva de futuro son más seductores que el puro atractivo físico: “Buscamos seguridad emocional, compatibilidad intelectual y esa sensación de conexión por encima de los atributos físicos. Hay parejas que se atraen porque han logrado una conexión que va más allá de lo que podemos explicar precisamente porque no cumplen con el modelo estético de lo que sentimos que es atractivo a nivel social”, asegura.
Clara, una contable de 46 años, lo tiene claro. “Me quedo con el gordito. Si el hombre de por sí es narcisista, si ya se ve guapo, ¡para qué queremos más!”, asegura. Lierni, que tiene 29 años e imparte talleres de diversidad sexual, comparte una perspectiva interesante. “No hay nada peor que un hombre que antes fue gordo o el que vive lamentándose del aspecto que tiene anhelando el que algún día tendrá su cuerpo soñado. Si es un narcisista que está encantado de conocerse y valida todo su ser según el esfuerzo y constancia con el fin de conseguir ese cuerpo, es terrible. Lo que hay que tener en mente es qué lugar ocupa en sus vidas su corporalidad”, explica.
Mary Harrington, autora de Feminism Against Progress, un libro en el que sostiene que la fe en el progreso de la era industrial se está volviendo contra todos, con la excepción de una pequeña élite de mujeres, escribió un post en su Substack al ver estos tuits para explicar por qué las mujeres podrían estar diciendo la verdad al afirmar que la imagen del ‘antes’ de Olly Murs lucía mejor que la del ‘después’. “Mientras que los hombres encuestados evaluaron ambos físicos y respondieron eligiendo el que se veía objetivamente ‘mejor’, las mujeres se fijaron menos en el físico mostrado y más en la relación con la mirada masculina objetivadora que las imágenes parecían implicar”, asegura la periodista. Indica que mientras que en la primera imagen el cantante se muestra relajado, como si la instantánea hubiera sido tomada entre series, la segunda es bien diferente. “Murs aparece con pantalones cortos, bajo una luz intensa en un vestuario y con una báscula visible en la toma. El espacio, por ello, no evoca acción, sino actividades autorreflexivas como lo son vestirse, mirarse al espejo y vigilar su peso. Murs mira a la cámara, tenso, flexionando los músculos para mostrar su definición. En relación con el fotógrafo, no actúa; aparece”, dice.
Mientras tanto, el bueno de Olly Murs se lamenta ante la viralidad de sus imágenes en un post de Instagram. “Normalmente, no comentaría acerca de este tipo de cosas, pero por lo que he visto, solo quiero decir que el proceso de cambio que comencé a principios de año se debió a muchas razones personales, pero ninguna de ellas pretendía generar debate ni dividir opiniones. ¡Así que es muy decepcionante ver este tipo de reportajes!”, dice el cantante, que sube la imagen de un periódico que muestra la ya viral fotografía del antes y el después.
Aunque la mayoría ha centrado el debate en si las mujeres mienten en sus votaciones o en si Alvino tiene o no razón con sus comentarios, un usuario ha querido señalar que las palabras del coach pueden ser peligrosas al considerar que crean “falsas narrativas, axiomas y verdades” y no hacen más que “promover una actitud de resentimiento y victimización”.
Quizás no nos dejamos engañar por una cara bonita y no nos quedamos con los hombres que nos aportan solamente eso.
Agustina Orsi Dabrowski, psicóloga y sexóloga, cree que en parte, no le falta razón a su discurso. “Al final hablamos de estereotipos de género y damos por hecho que esta norma se aplica a todo el mundo. Cada vez más hombres se permiten expresar que necesitan una conexión emocional para compartir sexualidad y cada vez más mujeres se sienten más empoderadas para compartir sexualidad sin que nadie espere que conecten emocionalmente”, dice. “No creo que las mujeres busquen salir con hombres poco atractivos físicamente, creo que en este caso, este coach tendrá otras cosas que aportar que hacen que las mujeres se sientan atraídas. Quizás no nos dejamos engañar por una cara bonita y no nos quedamos con los hombres que nos aportan solamente eso. Quizás los hombres pueden vivir en relaciones que no tengan profundidad, pero en las que sí sienten atracción física. Y quizás nosotras hemos aprendido el discurso de ‘aprender a ver a las personas por lo que son’ sin tener tan en cuenta el aspecto físico. El deseo sexual y la atracción se basan en muchas cosas y puede ser que para algunas mujeres, sentirse seguras en un vínculo con un hombre que tenga inteligencia emocional les permite conectar más con el deseo sexual que con un hombre que no”, dice como broche.
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