De bloqueadores a “reprogramadores” dérmicos: la revolución de los solares ya está aquí

La nueva generación de fotoprotectores no solo sirven de barrera, sino que regeneran. El auge de ingredientes biotecnológicos como los exosomas o el PDRN (ácido polidesoxirribonucleico), procedente del ADN del salmón, refleja asimismo el cambio de paradigma: buscamos una cosmética más científica, preventiva y acorde a los ritmos de vida. “Activos como el PDRN o los exosomas no solo protegen, sino que reprograman y regeneran la piel desde dentro, incluso en casos de daño severo o pieles reactivas”, explica Carmen Navarro, propietaria de los centros que llevan su nombre. Las nuevas fórmulas se centran en ingredientes de origen marino y vegetal, como las enzimas reparadoras del ADN, astaxantina, algas o péptidos biomiméticos, con poder antioxidante y antiinflamatorio.

El óxido de zinc tiene fama de filtro físico seguro. No obstante, durante años, su textura espesa y su acabado blanquecino lo han hecho poco atractivo. Hoy, gracias a tecnologías de dispersión como Tris(Trimethylsiloxy)silylethyl, Silica Dimethyl Silylate, o el uso de recubrimientos con mica o sílice, los nuevos filtros minerales alardean de una textura de rápida absorción, sedosa y sin rastro ni siquiera en pieles oscuras o sensibles. “El óxido de zinc 100% natural es ideal para pieles sensibles, reactivas o con tendencia acneica. No obstruye el poro ni provoca brotes. Además, su acción calmante lo convierte en un aliado en épocas de exposición solar prolongada o en pieles que necesitan un extra de mimo”, explica Navarro.

“Es un filtro fotostable, de amplio espectro –UVA, UVB, IR y luz azul–, no comedogénico y no irritante. Un excelente aliado para pieles sensibles o con tendencia acneica”, corrobora Aline Neumann, experta en formulación cosmética y creadora de Método-R. En la web de Método-R, Neumann ha incorporado marcas, como Colorescience, que cumplen estos estándares, como la versión Glow, que según cuenta, ha conquistado incluso a su hija adolescente: “Ya no sale de casa sin fotoprotección”.

Fotoprotectores inteligentes que tratan

Más allá de proteger, se aspira a tratar. “Los nuevos fotoprotectores son inteligentes porque no solo actúan como escudo, sino que reparan, hidratan y trabajan la piel”, explica Navarro. Los hay con efecto lifting, iluminador o corrector. “Un fotoprotector inteligente debe cumplir dos funciones: proteger de forma eficaz y adaptarse a nuestro ritmo de vida. Si mi fotoprotector es también mi maquillaje y me deja la piel espectacular, no me olvidaré de usarlo. Así de simple”, sentencia Neumann.

Los minerales con color permiten ver cuándo se pierde la capa protectora (por roce, sudor…) y avisan cuando deben ser reaplicados. Sus pigmentos también bloquean la luz azul.

La firma sevillana Lico Cosmetics propone una fotoprotección (Fresh Sun Repair y Calm Sun Repair) que va más allá del SPF: su primera línea solar repara el ADN dañado por la radiación UV y multiplica por diez la población de células madre de la piel. Con filtros orgánicos de nueva generación (aptos para pieles sensibles) y un activo vegetal procedente del chayote de la Isla de Reunión, previenen el estrés oxidativo, estimulan la reparación genética, y restauran colágeno y elastina tras la exposición solar.

En Shiseido, los solares refuerzan la protección solar al contacto con el agua y el calor, y reparan automáticamente tras el roce. Las fórmulas incluyen un 65 % de ingredientes con beneficios antienvejecimiento como la niacinamida, el ácido hialurónico, la glicerina y extractos antioxidantes de raíz de angélica y hojas de tormentila, que mejoran la hidratación, la elasticidad y la defensa celular de la piel.

Otra marca que insufla a sus solares activos biotecnológicos es Valmont. Aparte de péptidos, capaces de estimular la síntesis de colágeno; ginseng, conocido por mejorar la microcirculación, incluye ingredientes con nombres vanguardistas como el Triple ADN o el complejo Silicon D². “El Triple ADN es una molécula emblemática de Valmont, obtenida mediante biotecnología marina. Se trata de un ADN de salmón de triple hebra, capaz de retener 10.000 veces su peso en agua, lo que proporciona una hidratación intensa. Potencia la regeneración celular”, explican desde la marca. El Silicon D² combina silicio orgánico y vitamina D-like. “El silicio orgánico favorece la reestructuración de la matriz dérmica, mientras que el activo D² estimula los mecanismos de defensa cutánea, lo que aumenta la resiliencia frente al estrés oxidativo y la exposición solar. Juntos, refuerzan la arquitectura de la piel y optimizan su capacidad de regeneración”.

Fórmulas como las de la marca española Gen Identity integran péptidos biomiméticos, antioxidantes, activos antiedad y tecnología antipolución. “Lo tuvimos claro desde el principio: los péptidos multifuncionales de última generación debían ser centrales en la formulación, no solo para prevenir el fotoenvejecimiento, sino también para proteger contra la contaminación y mejorar la luminosidad y uniformidad. Con los péptidos, un fotoprotector no solo bloquea el daño solar, sino que fortalece”, afirma Jaume Soley, doctor en Química y director técnico de la marca.

También funciona como una prebase de maquillaje. Abeille Royale UV Skin Defense con SPF 50 de Guerlain puede usarse también como primer. Su fórmula ligera basada en mieles y jalea real, estimula el colágeno: ilumina, reduce arrugas y aumenta la firmeza.

Los aminoácidos derivados de algas definen los nuevos solares: mejoran la resistencia de la piel frente al daño ambiental, hidratan, aportan elasticidad y activan mecanismos de defensa celular. Funcionan como escudos ante la luz azul y el estrés oxidativo. “Conjugados con la vitamina C iluminan, unifican el tono y potencian la acción del SPF”, explican desde Paula’s Choice en C+ 5 % Vitamina C Hidratante Ultraligera SPF 50 de PAULA’S CHOICE.

Maquillaje que protege del sol

La tendencia skinimalist –menos pasos, más eficacia– determina las nuevas bases y correctores: abundan los maquillajes con al menos SPF 30 enriquecidos con ingredientes como el ácido hialurónico, niacinamida, antioxidantes o péptidos. En esa línea, se encuentra Skin Illusion Tinted Moisturizer de Clarins: “Es un híbrido más cercano al maquillaje antiedad con efecto glow”, explica Isabelle Picou, directora de relaciones públicas de la marca. Entre sus ingredientes biotecnológicos se encuentra el extracto de achicoria, que mejora la firmeza en un 37 % y reduce las arrugas en un 24 %, según estudios clínicos.

Los solares con color sustituyen las bases gracias a óxidos minerales no nano, que garantizan una protección de alto espectro, a la par que previenen el envejecimiento prematuro. Así es Artemisia Power Protection Tinted Moisturiser SPF50+ de Twelve Beauty. “Su fórmula libre de filtros químicos incluye antioxidantes naturales como el extracto de artemisia, el de buddleja y ácido hialurónico, entre otros”, explica Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty.

Regenerar desde dentro: exosomas y PDRN

Los exosomas son vesículas microscópicas derivadas, generalmente, de células madre mesenquimales. Aunque en cosmética no se utilizan directamente células madre, estos diminutos vehículos de señalización celular transportan proteínas, lípidos y material genético que promueven la regeneración, estimulan la producción de colágeno y ayudan a reparar el daño oxidativo causado por la radiación solar.

“El PDRN, por su parte, se ha utilizado con éxito en medicina estética para regenerar tejidos tras procedimientos como el láser o el microneedling. Algunos estudios sugieren que también puede actuar como modulador del estrés oxidativo inducido por la radiación UV”, apunta Neumann. Sin embargo, subraya que aún se requieren más ensayos clínicos en cosmética tópica para considerarlo una revolución consolidada. “Nos gusta conocer lo último, pero usar lo penúltimo. La verdadera innovación necesita tiempo y evidencia clínica para consolidarse”, añade la experta.

¿Qué viene después?

“La innovación vendrá de la mano de la biotecnología”, afirma Navarro, pionera de la estética avanzada en España. La investigación apunta hacia ingredientes aún más sofisticados. Neumann destaca tres grandes líneas de futuro: los péptidos biomiméticos que potencian la síntesis de melatonina, los postbióticos que modulan la microbiota cutánea, y los neurocosméticos, que actúan sobre el eje piel-cerebro.

La conexión entre estado emocional, inflamación y daño abre vías en la formulación de productos que protegen por dentro y por fuera. “Estamos entrando en una era en la que proteger del sol significa también rejuvenecer”, opina Navarro.