La bengala de un yate quema parte de un islote protegido de Formentera

El lanzamiento de una bengala desde un yate que fondeaba en aguas cercanas al islote de S’Espalmador, junto a Formentera, fue la causa del incendio que se desató la noche del sábado en esta zona protegida de alto valor ecológico. El fuego, que ha quemado una hectárea de sabinares, se dio por extinguido en la tarde de ayer. El presidente del Consell insular se quejó de la presión que soporta la isla.

La Guardia Civil ha detenido a un ciudadano italiano de 43 años por un delito de incendio en una zona protegida. Está acusado de haber lanzado una bengala desde una embarcación que estaba fondeada en la zona de S’Espalmador y que cayó en el islote provocando las llamas, que se iniciaron sobre las 23.30 del sábado. Está previsto que el detenido pase a disposición judicial en la isla de Ibiza durante la mañana de hoy después de declarar ante los agentes de la Guardia Civil.

La dirección general de Emergencias del Gobierno balear movilizó a numerosos efectivos nada más comenzar el fuego, que se podía observar desde la vecina Ibiza. Las dificultades para acceder a la zona y la situación de noche cerrada complicaban las labores de extinción, aunque las llamas han sido estabilizadas y controladas durante la madrugada.

De propiedad privada

En las labores de extinción han participado agentes del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), brigadas de bomberos, de Protección Civil y de Salvamento Marítimo, que han embarcado medios terrestres desde los puertos de Ibiza y Sant Antoni para desplazarse a la zona, a la que sólo era posible acceder por vía marítima.

El incendio provocado por esta negligencia ha reabierto la polémica sobre la presión humana que soporta la isla de Formentera y los fondeos en la zona del Parque Natural de Ses Salines. El presidente del Consell insular, Jaume Ferrer, afirmaba tras visitar la zona del incendio que “es claro y conocido” que han estado pidiendo ayuda al Gobierno balear porque la presión que soporta la isla y en especial el Parque Natural “supera todos los límites de lo razonable”. Para Ferrer, episodios como este evidencian que “alguna cosa tiene que cambiar y se tiene que actuar deprisa”. Tras el incendio, en las redes sociales, eran muchos los que pedían una mayor regulación de la presencia de barcos en zonas protegidas y mayores multas para los infractores.

El islote es de propiedad privada y fue puesto a la venta por 24 millones de euros el año pasado debido a los altos costes de conservación que implica. Sus dueños, los herederos del ciudadano británico que compró la isla en 1932 por poco más de 40.000 pesetas, intentaron negociar con las Administraciones que el lugar pasase a tener titularidad pública.