La sal del Congo ocultaba el hachís

El buque mercante Just Reema viajaba a 45 millas al sur de Málaga, con una bandera de la República Democrática del Congo, un cargamento de sal y más de 15 toneladas de resina de hachís en su interior. La embarcación fue interceptada por la Guardia Civil en el marco de la operación URCA, en la que fueron detenidos nueve tripulantes.

El gran cargamento de sal que transportaba el mercante puso sobre aviso a los agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil y a funcionarios de Vigilancia Aduanera, que decidieron trasladar el buque al puerto de Málaga para registrarlo. Tras descargar gran parte de la mercancía que transportaba el barco descubrieron que en la proa los narcotraficantes habían escondido más de 15 toneladas de droga.

El hachís se encontraba dentro de la bodega de la embarcación, en un doble fondo, contenida en 500 paquetes. En la operación fueron arrestados nueve tripulantes, seis de ellos de nacionalidad siria y tres de origen indio. Tanto los detenidos, como el buque y la droga, serán puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Málaga.

El buque mercante ha sido detectado gracias a la coordinada y estrecha relación existente entre España, Francia e Italia para combatir el narcotráfico en el Mediterráneo. Los investigadores sospechan que la ruta del Mediterráneo Oriental estaría siendo empleada por organizaciones situadas en países del norte de África para transportar grandes cantidades de hachís en barcos  mercantes o pesqueros.

A través de estas embarcaciones, la droga se redistribuiría hacia Europa. Los agentes no descartan que, en algunos casos, estas embarcaciones sean utilizadas como buques nodriza para trasladar el hachís a otras más pequeñas en alta mar. Estas, a si vez, serían las encargadas de introducir el cargamento directamente en las costas españolas o italianas.