Urdangarin declara durante hora y media por los correos electrónicos
El duque de Palma y su exsocio Diego Torres comparecen como testigos Se trata de la vista por la demanda de vulneración de derecho al honor del yerno del Rey

El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha salido ya de los juzgados de Barcelona donde ha declarado durante hora y media por la demanda que interpuso contra su exsocio en el instituto Nóos, Diego Torres, a propósito de los correos electrónicos sobre su vida privada. Urdangarin ha llegado sobre las nueve menos diez a la Ciudad de la Justicia, solo y en medio de fuertes medidas de seguridad. Vestido con una americana clara, el yerno del Rey ha entrado en el recinto a paso rápido, pero sonriente. Unos 25 minutos más tarde ha llegado Torres acompañado por su abogado, Manuel González Peeters. El esposo de doña Cristina ha dejado la sede judicial sobre las once y media.
Unos 50 funcionarios de justicia protestaban ruidosamente, desde las diez menos cuarto, en la planta donde Urdangarin debe declarar. "Ni recortes ni privatización", se lee en una pancarta que han desplegado. Los funcionarios se han acercado hasta el cordón de seguridad dispuesto para proteger al duque de Palma. Los funcionarios habían pegado carteles en la Ciudad de la Justicia para "dar la bienvenida" y "recibir como se merece" al yernísimo.A las puertas de la Ciudad de la Justicia, un grupo reducido de personas exhiben banderas de la Segunda República y gritan consignas contra la Monarquía. "El Borbón, corrupto y ladrón".
La vista servirá para decidir si la juez mantiene las medidas cautelares con las que prohibió la difusión de los correos electrónicos. Urdangarin y Torres declaran como testigos, y la juez ha accedido a la petición del duque de Palma de declarar a puerta cerrada con el argumento de que la vista "carece de interés público". Una afirmación que contrasta con la cantidad ingente de medios de comunicación acreditados y la manifestación.
Urdangarin ha abandonado los juzgados a las 11.13 horas sin hacer declaraciones a los medios. El duque de Palma ha dejado el edificio por el mismo lugar por el que había entrado. La protesta de los funcionarios ya había acabado.
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