El etarra que pidió “tiempos de solución” no reconoce al tribunal

Parece que nada haya cambiado. Los etarras Oscar Zelarain y Andoni Otegi, presuntos integrantes del comando Argala, que ayer fueron juzgados en la Audiencia Nacional, repitieron una vez más el mismo mensaje de siempre. En euskera y con ligeras variaciones, dijeron: “No reconozco legitimidad a este tribunal para juzgar la lucha del pueblo vasco. No voy a participar en el juicio”. Otegi fue el primer etarra juzgado en la Audiencia tras el anuncio de ETA del cese de la violencia y dijo entonces que la Audiencia no podía seguir con la presión en el País Vasco y que se vivían “tiempos de solución”.

En esta ocasión, los dos presuntos terroristas están acusados de haber perpetrado el atentado con coche bomba contra el cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola el 4 de agosto de 2002, en el que fallecieron la niña de seis años Silvia Martínez, hija de un guardia, y el jubilado Cecilio Gallego, que esperaba el autobús. También se produjeron 55 heridos.

El fiscal solicita penas que suman 1.180 años de prisión para cada uno de los dos acusados por estragos, dos asesinatos terroristas consumados y 55 en grado de tentativa. Sin embargo, en caso de ser condenados, la pena efectiva de prisión no excederá de 30 años.

Según el fiscal, los etarras, el 5 de junio de 2002, habían bajado desde Francia el coche que utilizaron en el atentado. Pero hasta el 4 de agosto de ese año a las 20.15 no lo colocaron junto al cuartel del instituto armado en Santa Pola. El vehículo estaba cargado con alrededor de 100 kilos de explosivos y destrozó el cuartel y causó numerosos daños personales y materiales. Los testigos han declarado que no hubo aviso previo e incluso que la hora a la que hizo explosión la bomba estaba pensada para causar el mayor número de víctimas posible.

El juicio, cuya duración prevista es de tres días, se reanuda hoy con el testimonio de la madre de la niña asesinada.