Sin noticias de mi familia en Irán

Estoy profundamente angustiado por la guerra que está arrasando Irán y que ya ha causado un sufrimiento incalculable. Soy ciudadano residente en España, pero mi corazón y mis pensamientos están con mi familia, atrapada allí sin salida. Desde hace días, he perdido el contacto con mi madre, una mujer de más de 75 años con movilidad reducida, que vive sola con mi hermana. No tienen acceso a dinero porque el sistema bancario ha colapsado y no pueden retirar nada. Tampoco pueden salir de casa: la falta de combustible, las colas interminables en carretera y el miedo constante a los bombardeos las han dejado aisladas. Siento una impotencia total. Cada día sin noticias es una tortura. Y como yo, hay muchos otros ciudadanos que viven en España y ven cómo sus seres queridos quedan a merced de un conflicto brutal. Por eso escribo esta carta: para pedir que España no mire hacia otro lado. Necesitamos que el Gobierno actúe con urgencia y presione a nivel internacional, tanto a Irán como a Israel, para detener esta locura y abrir corredores humanitarios reales. Este no es solo un conflicto lejano. Es una tragedia humana que nos toca muy de cerca.

Max Ravanavar. Pamplona

Desproporción

Contra el sentido de la proporción se peca por exceso o por defecto. Tan criticable resulta responder con un genocidio a los terroristas de Hamás como responder al genocidio de Gaza con una inocua e indignada reclamación verbal. Resultado: los palestinos sucumben ante nuestros ojos entre las desproporcionadas respuestas de los gobiernos de Israel y de la UE.

José Carlos Herrero Yuste. Leganés (Madrid)

El lobo

Resulta ya casi ofensiva la manera en que los partidos del Gobierno y sus socios se dirigen al votante progresista. Llevamos ya varias citas electorales con apelaciones al desgastado “¡que viene el lobo!” como único antídoto para frenar a la derecha y la ultraderecha. Ahora, tras el escándalo de Cerdán y las revelaciones que han surgido (y las que aún podrían estallar), se insinúa que más vale un Gobierno progresista pese a todo que abrir la puerta a los lobos del otro lado. ¿De verdad creen que el votante de izquierdas aprueba este chantaje? Si finalmente PP y Vox alcanzan el poder, la responsabilidad no será del electorado, sino del PSOE.

Gerard Fernández Chacón. Parets del Vallès (Barcelona)

¿Cuántos niños más?

Al igual que el padre Marcelino en España, del cual no paran de surgir estos días nuevas denuncias y pruebas de sus agresiones sexuales, existen cientos de nombres de ordenados —obispos, sacerdotes y diáconos— a los que les envuelve un prestigio conformado por dos elementos comunes: la Iglesia y la pederastia. Mientras que la Conferencia Episcopal rebaja cifras y oculta denuncias, en cientos de puntos del mapa siguen existiendo miembros del clero aprovechándose de menores inermes, al mismo tiempo que la Iglesia encubre sin dolor ni remordimiento a todos y cada uno de sus agresores. ¿Cuántos abusos quedarán ocultos detrás de una sotana? ¿Cuántas estolas ahogando la voz de todas las víctimas?

Candela Cera Vázquez. Huelva