Un monstruo normal

Gisèle Pélicot quedará en nuestra memoria como una mujer fuerte, valiente, digna. Pero solo ella sabe qué factura le terminará pasando a su alma la barbarie que sufrió su cuerpo, drogado y prostituido por su marido. Indignación, rabia, estupor, asombro, incredulidad, ira… Compasión. Cuántas emociones desata su indefensión ante ese infierno tan increíble, que ningún profesional fue capaz de intuir. Un mundo podrido por su monstruoso marido “normal”.

Carmen Martínez González. Madrid

Una imagen patética

Me estremezco al ver en EL PAÍS de este martes la fotografía de una madre que tiene que subir a cuestas a su hijo, que va en silla de ruedas, hasta el aula porque no funciona el ascensor del colegio (el CEIP Voramar de Alicante). Me pregunto si nadie ayuda a esta madre a subir esas escaleras. ¿Pueden dormir tranquilos los responsables de las autoridades educativas de Alicante? ¿Es que no se les cae la cara de vergüenza ante una situación que, con algunas excepciones, se prolonga más de un año? Menos lamborghinis y más ascensores para estos casos.

Concepción Martín Perpiñán. Madrid

Trato injusto

En los Paralímpicos de París, una deportista española fue descalificada en maratón por ayudar a su guía a 10 metros de la meta. Desde la comodidad de un despacho se priva a esta mujer de su medalla, lo que le supone también la pérdida de su beca. Mas allá de lamentar la falta de sensibilidad de quien haya tomado esa decisión, espero que el comité español recurra la descalificación y, sobre todo, si tal barbaridad se ratifica, que mantenga la beca a una deportista que no solo la ha ganado en buena ley, sino que ha engrandecido el sentido último de lo deportivo. Me temo que ni unos ni otros actuarán con sentido común y humanidad. Eso si, todos ellos reivindicarán luego el respeto y del reconocimiento para el deporte paralímpico,

Enrique López Aparicio. Vera (Almería)

Ultras

El avance preocupante de la extrema derecha en Alemania, Italia, Francia, Países Bajos...me lleva a pensar que estas naciones, si algo han aprendido de la historia es que no han aprendido nada.

José Antonio Vega Costales. Gijón

Nuevo curso

Ha comenzado un nuevo curso escolar, algo que miramos siempre con ilusión y ganas de trabajar. Lamentablemente, al poco de empezar surgen los problemas y es lo que año tras año nos va desgastando a los docentes, quienes, aun poniendo todos los esfuerzos e ilusiones, casi siempre los vemos truncados por el escaso apoyo de la Administración y la falta de empatía, reconocimiento y comprensión de la sociedad. Lo siento, no estoy de acuerdo con el libro Educafakes; la realidad escolar supera muchísimo a la ficción.

Christine Anna Sanz Ahrens. Villaviciosa de Odón (Madrid)