¿Quién opina sobre política en redes?

No hace mucho, mi hija pudo votar por primera vez y, como muchos jóvenes, buscó en las redes sociales, concretamente en YouTube, las propuestas de los diferentes partidos. Lo que encontró fue una abrumadora mayoría de contenidos creados por la derecha y la ultraderecha, y una presencia mínima de las opciones de centro y de izquierda. En las redes, tan solo Podemos tiene una presencia discreta, pero el PSOE está casi desaparecido. Lo cierto es que cualquier vendedor de humo, apoyado por empresarios insolidarios cuya meta es no pagar impuestos, puede inundar las redes sociales con sus contenidos y llegar a ganar bastantes votos. No nos extrañemos, por tanto, del apoyo que recibe la ultraderecha.

Carlos Osorio García de Oteyza. Madrid

La frontera intermitente

Resulta llamativo oír a Alberto Núñez Feijóo moldear su discurso proponiendo que los inmigrantes tengan que cumplir estándares culturales al llegar a la UE. Llevo meses escuchándole a su compañera Isabel Díaz Ayuso que los madrileños nacen en cualquier parte del mundo. ¿Cómo se conjugaría endurecer las condiciones migratorias para llegar a nuestro continente si pertenecen ya a nuestra capital nacional por divina providencia? Evitan el paso de cada quién remarcando su origen o lo permiten borrando su identidad según convenga electoralmente. Liberales en Madrid y conservadores en Europa. Eso sí, con los más débiles siempre como moneda de cambio.

Daniel Barroso Domínguez. Madrid

Lo que faltaba para el duro

El PP gana las elecciones europeas en España, Vox gana en votos y aparece un nuevo partido más ultra de derechas. “Lo que faltaba para el duro”, una expresión derivada de cuando un duro era una moneda de cinco pesetas, significa lo último que uno necesita en un momento determinado. Esto es como el título de la película de Sam Mendes, Camino a la perdición.

Martina Pellejero Cuéllar. Zaragoza

Literatura judicial y delirio comunicativo

Se han vertido ríos de tinta sobre la demanda presentada por Manos Limpias contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, y aceptada por el juez Juan Carlos Peinado. La ambivalencia del término “investigada” sirvió para que diversos medios de comunicación y partidos políticos lo creyeran grave, aunque sin mucha convicción. El juez Peinado llamó a declarar a la señora Gómez, pese al informe de la Guardia Civil que ponía en duda las pruebas y la opinión en contra de la Fiscalía, y a cuatro días de las elecciones. La motivación del auto hace temblar al ciudadano honrado porque, bajo tanta imprecisión y ambigüedad, cualquiera podría ser investigado por una más que dudosa demanda.

Javier de Gregorio Bonnín. Madrid