La negociación con el Gobierno encalla y los maestros de la CNTE bloquean el acceso a Palacio Nacional en la Mañanera
Sheinbaum realiza la conferencia matutina por primera vez por videollamada y evita la confrontación: “No vamos a caer en ninguna provocación”


El magisterio cumple una semana de huelga indefinida y no parece flaquear en las fuerzas o la energía, más bien lo contrario. Los maestros agrupados bajo la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han bloqueado el acceso a Palacio Nacional este jueves desde primerísima hora de la mañana, imposibilitando el acceso de los periodistas y los funcionarios al edificio. Por primera vez en el sexenio, la presidenta, Claudia Sheinbaum, se ha visto obligada a realizar la popular Mañanera a través de una videollamada. La mandataria lo ha reseñado escuetamente al comenzar la conferencia, restándole importancia, y ha lanzado un mensaje calmado y claro: “No vamos a caer en ninguna provocación. No vamos a reprimir, porque no creemos en eso. Creemos en el diálogo y vamos a encontrar una salida”.
La estrategia del diálogo no ha dado frutos hasta ahora. Los maestros se reunían este martes por la mañana con los responsables de Gobernación, Educación y el ISSSTE, pero nada ha salido de esa mesa. “Querían repetirnos lo mismo que ya nos han dicho y nosotros hemos dicho que no estábamos de acuerdo, que era necesaria una respuesta diferente”, explica Pedro Hernández, portavoz sectorial de la Coordinadora. Los maestros sí han conseguido, en cambio, arrancarles que sea la presidenta quien los reciba este viernes a las 12 del mediodía, el principal éxito del encuentro, que no ha sido confirmado todavía por Sheinbaum. Ese era el principal reclamo en torno al método de las mesas de negociación. En cuanto al contenido, el objetivo sigue siendo claro: la derogación de la ley del ISSSTE de 2007, que sustituyó las pensiones solidarias e intergeneracionales por las cuentas individuales gestionadas por las afores.

Los maestros piden volver al modelo anterior, pero la mandataria insiste en que no hay presupuesto suficiente para revertir la reforma de hace 20 años. A cambio, ha anunciado una subida global de los salarios del 9%, con efectos retrospectivos desde enero, con un 1% adicional y una semana más de vacaciones, esta última, una medida que no estaba entre las peticiones del magisterio pero con la que el Gobierno pensaba aplacar los ánimos. La estrategia desde Palacio Nacional para sortear el nudo de la cuestión ―el sistema de pensiones y la jubilación― es compensar su negativa a algunas medidas con una batería de propuestas que no requieren un aumento tan grande del presupuesto, de momento sin éxito.
Mientras tanto, los maestros mantienen la presión allá donde surge la posibilidad. Además del bloqueo en Palacio Nacional, este miércoles se desplazarán hacia las embajadas situadas en la adinerada zona de Polanco, en la capital, para entregar un documento a algunos representantes diplomáticos y buscar un posicionamiento sobre su lucha. También se moverán hasta la zona del Caballito, en la céntrica Avenida de la Reforma, para realizar un plantón. Sheinbaum ha intentado minimizar las movilizaciones, que no han bajado de intensidad desde que comenzaron el pasado jueves, y ha dicho en su conferencia matutina que se trata de “algunos maestros y algunos Estados”. “La gran mayoría de los maestros están dando clase”, ha deslizado. “A todos los respetamos. Son maestros de algunos Estados los que están planteando esta situación, y la única forma de resolver esto es con el diálogo”, ha insistido, dejando clara la diferencia entre la estrategia de la Coordinadora y el resto del magisterio agrupado bajo el Sindicato Nacional (SNTE), que ha optado por la negociación.

Después de varios meses de protestas intermitentes, las movilizaciones contra la ley del ISSSTE han alcanzado esta semana su clímax, con la declaración de la huelga indefinida y el plantón en el Zócalo de la capital, además de los bloqueos puntuales en distintos puntos de la ciudad. La presidenta retiró su reforma de la ley el pasado marzo, en respuesta a las resistencias que despertaba en el gremio, pero propuso recuperar los aspectos más beneficiosos para los trabajadores en un decreto, como la congelación de la edad de jubilación en 56 y 58 años, para mujeres y hombres, respectivamente. Esta medida, que es la única que toca en algún punto el eje central de las peleas de la CNTE ―el sistema de pensiones y la jubilación―, afectaría solo a en torno al 24% del magisterio, de acuerdo con los cálculos de la Coordinadora: aquellos que pudieron acogerse al sistema anterior cuando se aprobó la ley de 2007. Por eso piden volver a la jubilación por años de servicio cumplido ―28 para ellas, 30 para ellos― y recuperar las pensiones públicas.
La ley del ISSSTE afecta en realidad a unos 3,2 millones de trabajadores en activo y 1,33 millones de pensionados, según los cálculos ofrecidos por el Ejecutivo. En torno a un millón de ellos pertenecen a otros sectores públicos, como la CFE, los Correos o la Salud, pero el grueso principal lo componen los maestros, que han decidido usar su fuerza para echarle un pulso al Gobierno.
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