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Más de 200 artistas internacionales, entre ellos Almodóvar y Cercas, piden la liberación del líder palestino Marwan Barguti

El preso, entre rejas en Israel desde hace más de 23 años, lidera las encuestas de popularidad como referente político en Gaza y Cisjordania

Liberación del líder palestino de Marwan Barguti

Más de 200 artistas internacionales se han unido este miércoles en una campaña de presión para exigir a Israel la liberación del líder palestino Marwan Barguti, de 66 años. Los firmantes, entre los que se encuentran los españoles Javier Cercas, Pedro Almodóvar y Javier Bardem, llaman a otras personalidades y a los “Gobiernos del mundo” a secundar el esfuerzo para lograr la puesta en libertad del hombre al que se suele retratar como la persona que podría unir a los palestinos después de décadas de división y estancamiento político.

Barguti está preso desde el año 2002, cuando un juicio que los observadores describen como fraudulento puso entre rejas al parlamentario electo que todavía hoy lidera las encuestas de popularidad en los territorios palestinos. Se le acuso de asesinatos o intento de asesinatos perpetrados por la Brigada de los Mártires de Al Aqsa durante la Segunda Intifada. Un vídeo publicado en agosto mostró al ultraderechista ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, burlándose de Barguti en el interior de su celda. Aquello supuso la primera imagen del preso en tiempo, reflejando una versión muy desmejorada del líder, hasta el punto de que su mujer expresó que estaba irreconocible.

“Expresamos nuestra profunda preocupación por el encarcelamiento continuado de Marwan Barguti”, reza el breve comunicado impulsado por los más de 200 figuras globales. “Por los malos tratos [contra él] y por la negación de los derechos legales durante su encarcelamiento”.

La iniciativa, que cuenta con el actor estadounidense Mark Ruffalo o con la escritora canadiense Margaret Atwood, llama a una movilización a distintos niveles que logre presionar a las autoridades israelíes. La nota de prensa exhorta explícitamente “a las Naciones Unidas y a los gobiernos del Mundo para buscar de manera activa la liberación de Marwan Barguti de la cárcel israelí”. Al mismo tiempo, invita a personalidades “de la música, del cine, de la televisión o de la literatura”, entre otros artes, “a unir sus voces a esta lista viva de figuras públicas que crece cada día”.

Hace dos décadas, las dos principales formaciones palestinas, Fatah, en la que militó Barguti, y Hamás, entraron en una cisma que perdura en la actualidad. El primero gobierna partes de Cisjordania bajo ocupación de las tropas israelíes a caballo de la Autoridad Nacional Palestina, mientras que el segundo controla una franja de Gaza, en ruinas tras la dura ofensiva israelí de los últimos dos años.

El permanente liderazgo de Barguti en los sondeos de popularidad en Palestina va ligado a su percibida capacidad de superar las divisiones que fracturan la política del pueblo palestino y de terminar con el estancamiento en el progreso hacia un Estado independiente.

Israel, que trabaja en mantener a los palestinos desunidos e incluso fracturados territorialmente, siempre ha rechazado su liberación. La última vez que lo hizo fue el pasado octubre, cuando el gobierno de Benjamín Netanyahu se negó a incluir a Barguti entre los casi 2.000 presos palestinos puestos en libertad en el marco del acuerdo de tregua en Gaza a cambio de los últimos 20 rehenes vivos que Hamás devolvió el 13 de octubre. La milicia palestina presionó para que Israel incluyera a Barguti en la lista, pero Israel lo planteó como una línea roja y Estados Unidos evitó —al menos, públicamente— influir en su liberación.

La reaparición de Barguti en la escena política podría perjudicar los intereses israelíes. Después de dos años de brutal ofensiva en el enclave palestino, varios gobiernos occidentales —entre ellos, los de España, Francia, Canadá o el Reino Unido— han dado el paso de reconocer el Estado Palestino, algo que presentan como una renovada apuesta por la solución de los dos Estados, uno israelí; otro, palestino. Barguti podría dar un nuevo impulso a esa perspectiva, a la que la plana mayor de la clase política israelí se opone de forma rotunda.

Según explican en una nota, los impulsores de la campaña quieren construir un movimiento cultural parecido al que logró la liberación del sudafricano Nelson Mandela en 1990 y, posteriormente, la caída del apartheid en Sudáfrica, que contó con la implicación de “artistas, escritores, músicos o deportistas” para convertirse “en una fuerza moral imparable”. En 2002, cuando encerraron a Barguti, el propio Mandela trazó la similitud: “Lo que le está ocurriendo a él es lo mismo que me pasó a mí”.

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