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El partido gobernante en Japón opta por primera vez por una mujer como aspirante a liderar el país

Sanae Takaichi gana las primarias del PLD y será previsiblemente investida como primera ministra

Guillermo Abril

Sanae Takaichi, una política de corte conservador y nacionalista, ha ganado la carrera para presidir el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) de Japón. La formación la ha elegido como su presidenta este sábado, en una contienda que es algo más que unas primarias: la vencedora tiene una altísima probabilidad de convertirse en los próximos días en la primera ministra del país asiático, previa votación en el Parlamento.

El nombramiento, de confirmarse, sería histórico. Takaichi, de 64 años, se convertiría en la primera mujer en ocupar la jefatura del Gobierno nipón. En las primarias del partido se ha impuesto, en la segunda ronda, a Shinjiro Koizumi, actual ministro de Agricultura e hijo del exprimer ministro Junichiro Koizumi, por 185 votos frente a 156. Él aspiraba a ser el primer ministro más joven desde la posguerra.

“El PLD empieza una nueva era”, ha declarado Takaichi a sus compañeros de filas tras ser elegida, según la agencia Yonhap. También ha prometido que el partido, que ha gobernado Japón casi de forma ininterrumpida desde 1955, convertirá “las inquietudes de la gente en esperanza”.

La recién elegida sustituirá al frente de la organización conservadora al actual primer ministro, Shigeru Ishiba, que anunció a principios de septiembre que abandonaba la jefatura del Gobierno y la presidencia del PLD, después de menos de un año en el cargo. Ishiba llegó al poder en 2024 tras imponerse en unas primarias, precisamente, a Takaichi.

El aún mandatario (sigue de momento, para evitar un vació de poder) fue forzado por sus compañeros de filas a abandonar después de que el partido, con él al frente, sufriera dos contundentes batacazos en las urnas, perdiendo la mayoría de la que gozaba en ambas cámaras de la Dieta (el parlamento nipón). Es la primera vez que el PLD, que ha gobernado en Japón de forma casi ininterrumpida desde 1955, se enfrenta a una situación semejante.

La investidura de Takaichi se da casi por hecha, dado que la coalición que forma el PLD con su tradicional socio minoritario, el partido Komeito, sigue siendo, a pesar del declive en las urnas, la fuerza más importante. Mientras, la oposición carece de coherencia como para formar un verdadero bloque de poder alternativo. Se espera que la votación parlamentaria tenga lugar en una sesión extraordinaria en torno al 15 de octubre, informa Yonhap.

Una vez al frente del Ejecutivo, Takaichi tendría que afrontar un buen número de problemas: desde la inflación que atenaza los hogares a la renqueante marcha de la cuarta economía del planeta. También deberá cambiar los vientos internos del PLD para dejar atrás los grandes escándalos de corrupción cuyas heridas siguen sin cerrarse, y que han contribuido a laminar el apoyo ciudadano.

Takaichi, una veterana que entró en política en los años noventa, es la máxima representante del ala dura del PLD. Ha ocupado numerosos altos cargos, entre ellos el de ministra de Seguridad Económica. Se confiesa una admiradora de Margaret Thatcher, la primera mujer que lideró un Gobierno británico: “Mi objetivo es ser la ‘Dama de hierro”, dijo la semana pasada en un debate con el resto de candidatos.

Ella se presenta a sí misma como la heredera política del exprimer ministro Shinzo Abe, asesinado en 2022, y de sus políticas en materia de finanzas, las conocidas como“abenomics”, una estrategia para impulsar el crecimiento económico basado en la expansión monetaria, el estímulo fiscal y las reformas estructurales. Fue él quien la llamó por primera vez en 2006 para ocupar un cargo en un gabinete.

También comparte con Abe una visión dura sobre la política de seguridad y defensa, y es favorable a reformar la constitución pacifista de Japón. También es una visitante asidua del controvertido santuario de Yasukuni, donde se rinde homenaje a los soldados japoneses caídos desde la guerra civil Boshin en 1868 ―incluidos varios criminales de guerra nipones de las invasiones de China y Corea y la Segunda Guerra Mundial―, un acto que suele desatar la cólera de China y Corea del Sur, países que lo consideran un símbolo del militarismo nipón.

Su elección es un hito en un país donde el actual Ejecutivo solo cuenta con dos ministras (de 20), y donde el porcentaje de mujeres en la Cámara de Representantes es de en torno al 15%. Aunque Takaichi no destaca por ser una defensora de las políticas feministas ni de los derechos de las minorías.

Su elección la convierte en la tercera líder del PLD en poco más de un año, después de que Ishiba sustituyera a su vez a Fumio Kishida, que abandonó en 2024 con la formación azotada por un caso de financiación irregular. También será, previsiblemente, la tercera primera ministra en ese breve lapso de tiempo, signo de que Japón anda sumido en la inestabilidad política desde el abandono de Abe en 2021 por motivos de salud.

A la pérdida de votantes del PLD ha contribuido también el auge de formaciones populistas y de corte trumpista, como Sanseito. Enarbolando mensajes contra la inmigración y exaltando un supuesto pasado glorioso, este partido de ultraderecha, nacido en 2020, goza de un especial tirón entre los jóvenes desencantados de la política tradicional.

Relación con Estados Unidos

La nueva líder deberá buscar el reequilibrio con Estados Unidos, el gran aliado de Japón, tras la tempestuosa llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y sus ansias arancelarias. El saliente Ishiba acordó con el magnate que Tokio aceptaría gravámenes del 15% para la mayoría de productos, incluido su poderoso sector automotriz, e invertiría a cambio 550.000 millones de dólares (unos 469.223 millones de euros) en el país norteamericano.

Podrán discutir de todo esto en breve: Trump tiene previsto visitar Japón a finales de octubre, según fuentes diplomáticas anónimas citadas por la agencia japonesa Yonhap esta semana.

En la votación, Takaichi se ha impuesto en la segunda ronda. Después de que ninguno de los cinco contendientes lograra la mayoría suficiente en la primera, han pasado a la fase de desempate ella y Koizumi, los dos con más apoyos entre los militantes de base y los parlamentarios. En la segunda ronda, donde prima la decisión de los parlamentarios, se ha impuesto finalmente Takaichi, que ya lideraba las encuestas publicadas esta semana.

Bajo el sistema electoral nipón, los votantes eligen a los miembros de la Cámara de Representantes (la Cámara baja), y el partido que obtenga la mayoría de los escaños es el encargado de designar al primer ministro, quien es más tarde nombrado formalmente por la Dieta Nacional.

El PLD ha mantenido el control parlamentario de manera prácticamente ininterrumpida desde su fundación en 1955, y ha gobernado el país desde entonces con solo dos breves interrupciones: entre 1993 y 1994 y de 2009 a 2012. En estos momentos, al haber perdido la mayoría con la que contaba junto a Komeito, la aspirante se verá obligada a llegar a acuerdos con la oposición para ser investida y lograr un Gobierno estable.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.
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