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SERBIA

El exministro de Transporte y otras 12 personas, imputados en Serbia por el derrumbe del techo de la estación de Novi Sad

El accidente, que muchos vincularon a la corrupción en las instituciones, dio lugar a una ola de protestas sociales que han puesto en jaque al Gobierno

Dijana Hrka, madre de una de las 16 víctimas mortales del derrumbe de la marquesina en la estación de tren de Novi Sad, deposita flores en una calle de Belgrado, el pasado 1 de septiembre.
Francisco Peregil

Goran Vesic, exministro de Construcción, Infraestructura y Transporte de Serbia, ha sido imputado este martes junto a otras 12 personas por su presunta responsabilidad en el colapso de la marquesina de la estación de tren de Novi Sad, un accidente que causó 16 muertos el pasado 1 de noviembre. Aquel siniestro fue visto por gran parte de la sociedad como la consecuencia de años de corrupción en las instituciones, y dio lugar a una ola de protestas que siguen en marcha, aunque ahora con menor intensidad.

Entre los acusados figura también la exdirectora de Ferrocarriles Jelena Tanaskovic. La Fiscalía de Novi Sad —la segunda ciudad del país— les acusa de poner en funcionamiento el edificio de la estación pese a que las obras aún estaban en curso y no se había otorgado el permiso correspondiente. Además, se les responsabiliza por la falta de mantenimiento de la estructura y por supuestos delitos cometidos durante el diseño y la ejecución de la renovación del edificio. La acusación debe ser confirmada por un tribunal, informa Reuters.

La politóloga y economista Aleksandra Tomanic indica por WhatsApp desde Serbia: “Esto [las imputaciones] es demasiado poco y llega demasiado tarde. Apenas hay altos cargos en la cárcel, mientras que hay decenas de estudiantes en prisión, por manifestarse. Ya hemos visto antes en Serbia procesos judiciales que han servido solo para aparentar que hay un sistema judicial”.

El abogado serbio especialista en derechos humanos Milan Antonijevic se muestra, no obstante, esperanzado con la noticia, aunque advierte de que habrá que esperar a conocer la sentencia. “Sé que hay gente que no confía en el sistema, pero la confianza, tanto en la Justicia como en la separación de poderes, ha de empezar por algún sitio”, dice en una entrevista por videoconferencia. “Yo estoy convencido de que los jueces y fiscales que trabajan en este caso son capaces de llevar a cabo un juicio justo y equitativo, y de que se han tenido en cuenta todas las pruebas”.

El periodista Vojin Radovanovic, del diario Danas, celebra la noticia desde Belgrado, aunque explica desde Belgrado que aún persisten muchas dudas. “En primer lugar: ¿cuándo será interrogado el presidente serbio Aleksandar Vucic?“, plantea.

Radovanovic precisa que los fiscales que investigan el derrumbe de la marquesina de Novi Sad se encuentran “bajo fuerte presión, tanto política, por parte de Aleksandar Vucic, como mediática, por parte de medios progubernamentales como Informer“. El periodista señala que tras la orden de prisión preventiva contra el exministro de Transporte y la exdirectora de ferrocarriles, el pasado agosto, ”Vucic y los medios de comunicación controlados por el régimen lo calificaron de ‘golpe de Estado de la fiscalía”.

El redactor de Danas afirma que el régimen serbio está “en guerra” contra la fiscalía. “El propio presidente indultó a los autores de ataques y atropellos contra manifestantes en las calles de Serbia. Por eso, este proceso será interesante: demostrará hasta qué punto pueden resistir la presión los sectores de la fiscalía que no están completamente bajo el control del régimen. Pero incluso si los exministros y otros son condenados, no me sorprendería que Vucic los indultara ese mismo día”, concluye.

Por su parte, el profesor universitario Dinko Gruhonjic hace también un llamamiento a la cautela mediante WhatsApp desde la ciudad de Novi Sad: “En Serbia, las imputaciones contra altos cargos rara vez desembocan en condenas firmes. La verdadera cuestión es si el poder judicial, que sigue fuertemente influido por el partido gobernante, permitirá que este caso llegue a su conclusión lógica. Simplemente, no creemos ni una sola palabra de lo que dice Vucic, porque lo único que ha hecho a lo largo de toda su carrera política es mentir”, sostiene.

Gruhonjic asegura que el accidente reveló “la podredumbre más profunda de las instituciones bajo su control”. Añade que, sin tribunales independientes y medios libres, ese tipo de tragedias seguirán repitiéndose. Y concluye: “Las protestas no solo expresan ira y dolor, sino también esperanza. Por primera vez en años, existe un sentimiento de solidaridad entre generaciones y regiones”.

Las protestas comenzaron con el cierre de universidades, se extendieron por todo el país y se intensificaron desde el inicio del verano con cortes de carreteras. Los activistas denuncian que el Gobierno ha endurecido la represión y los ataques en medios oficialistas contra los periodistas críticos. Por su parte, el Gobierno culpa a los organizadores de las protestas de haberse vuelto más violentos.

Las manifestaciones han enfrentado al presidente Aleksandar Vucic a su mayor crisis tras 13 años en el poder. Sus organizadores aspiran a que se convoquen elecciones anticipadas que aparten a Vucic y a su partido. En enero, el primer ministro, Milos Vucevic, dimitió “para no seguir aumentando la tensión en la sociedad”.

Por otra parte, el Tribunal Superior de Belgrado confirmó el pasado 17 de abril la acusación de la Fiscalía de Criminalidad Organizada contra tres personas, entre ellas Vesic y su antecesor en la cartera de Construcción, Tomislav Momirovic, por supuestos actos de corrupción que los fiscales vinculan a la caída de la estructura, informa Efe.

Según la investigación, las compañías estatales chinas CRIC-CCCC (China Railway International Corporation y China Communications Construction Company), encargadas de las obras de renovación de la estación, han cerrado acuerdos corruptos con otras compañías, en su mayoría serbias, con los que han podido obtener un beneficio de al menos 18 millones de dólares, equivalentes a unos 15 millones de euros. Los fiscales estiman en más de 115 millones de dólares el daño que la presunta corrupción en este proyecto ha causado a las arcas del Estado.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.
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