El expresidente de Kosovo, Hashim Thaçi, acusado de 10 crímenes de guerra, esgrime que no tenía poder de decisión
El exjefe del Ejército de Liberación inicia su defensa ante el Tribunal Especial asignado en La Haya que investiga los delitos bélicos perpetrados en el país balcánico

Hashim Thaçi, expresidente kosovar que está acusado de 10 crímenes de guerra y contra la humanidad perpetrados entre 1998 y 1999 en la guerra de Kosovo, ha iniciado este lunes su defensa ante el Tribunal Especial para Kosovo, tratando de demostrar que buscó la paz mediante la diplomacia. A pesar de su responsabilidad de mando sobre el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) durante el conflicto, los abogados de Thaçi han enfatizado que el exdirigente no tenía poder de decisión en el seno del ELK para cometer o impedir los delitos que se le imputan. Han subrayado también su búsqueda de apoyo por parte de las potencias occidentales para derrotar a las fuerzas de la entonces República Federal de Yugoslavia, que controlaban la provincia.
El primer testigo convocado por los abogados del exmandatario ha sido James Rubin, exsubsecretario de Estado para Asuntos Públicos de Estados Unidos (1997-2000) durante el mandato del expresidente Bill Clinton. En aquel momento, la secretaria de Estado era Madeleine Albright, quien consideró que su mayor logro profesional fue el apoyo prestado al pueblo kosovar. La población de etnia albanesa fue perseguida por Serbia durante la guerra.
Con gran seguridad y soltura, Rubin ha señalado que Estados Unidos abordó la figura de Thaçi como si fuera “el Gerry Adams de Kosovo”. Se refería al político irlandés miembro del Sinn Féin, la formación que participó en las conversaciones que dieron lugar en 1994 a varias declaraciones conjuntas de las fuerzas políticas irlandesas sobre cómo acabar con la violencia. En el caso de Thaçi, sin embargo, ha subrayado que le dio la impresión “de que era un reflejo de su movimiento [el ELK] pero carecía de autoridad para tomar decisiones”. “Las armas, el movimiento de tropas… no estaban en sus manos. Los comandantes del ELK le decían lo que tenía que hacer”, ha añadido.
Rubin ha recordado, por otra parte, que en aquel contexto se debatió la posibilidad de la independencia de Kosovo: “Pero primero era preciso que los dirigentes kosovares aseguraran la seguridad de su pueblo”, señaló. Luca Misetic, abogado de Thaçi, ha presentado numerosos vídeos para demostrar la limitada capacidad de decisión de su cliente. Y en el curso del interrogatorio, Rubin ha indicado lo siguiente: “La administración estadounidense sabía que el expresidente no decidía en el ELK”.
El Tribunal Especial para Kosovo fue creado en 2015, y el turno de la defensa de Thaçi llega casi cinco años después de que este presentase su dimisión como presidente de Kosovo. Los jueces empezaron a juzgarlo en abril de 2023. Mientras él se declaraba “totalmente inocente”, la Fiscalía advirtió de que “nadie está por encima de la ley, incluso en tiempos de guerra”.
Los otros acusados son Kadri Veseli, expresidente del Parlamento Kosovar y líder del Partido Democrático de Kosovo; Rexhep Selimi, jefe del grupo parlamentario opositor Vetevendosje; y Jakup Krasniqi, presidente del consejo nacional del partido Iniciativa Socialdemócrata.
Este domingo, varios miles de kosovares se concentraron en La Haya, sede del tribunal, pidiendo un juicio justo para Thaçi y los demás acusados. Los manifestantes viajaron desde Kosovo, Alemania y Bélgica, además del Reino Unido y Estados Unidos. Durante la marcha, declararon que esta corte les parecía “parcial y en contra de la guerra justa librada por los albaneses de Kosovo contra la opresión de Serbia”. Su equipo de abogados presentará su caso hasta noviembre. La sentencia se espera para 2026.
La Fiscalía ha argumentado que Thaçi y otros lanzaron una campaña violenta contra oponentes políticos, así como contra las minorías étnicas serbia y romaní, para obtener el control total del territorio, informa Reuters.
Más de 13.000 personas murieron durante el conflicto de Kosovo, según diversas estimaciones. La antigua provincia serbia finalmente declaró su independencia en 2008, la cual Belgrado no reconoce. El Tribunal Especial para Kosovo es independiente del Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia (TPIY), que juzgó y condenó principalmente a funcionarios serbios por crímenes de guerra en los conflictos de Croacia, Bosnia y Kosovo. El caso Thaçi es el más importante del tribunal de Kosovo, con los acusados más destacados.
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