La policía revisa cuadernos y mensajes en redes de la autora del tiroteo en la iglesia católica de Minneapolis
Robin Westman, responsable del ataque, había estudiado en la escuela Annunciation y figuraba en el registro de feligreses

La policía investiga cuadernos y mensajes en redes sociales de Robin Westman, responsable del tiroteo de este miércoles contra la iglesia de una escuela católica en Minneapolis (Estados Unidos) en el que murieron dos niños y 17 personas quedaron heridas mientras se celebraba una misa. Los investigadores indagan qué pudo motivar ese ataque. Westman, de 23 años, había estudiado en el centro Annunciation hasta 2017 y estaba registrada como feligresa. Su madre había sido empleada de la parroquia.
Según han indicado las autoridades locales, Westman, a quien se ha identificado como una mujer transgénero, no contaba con ningún historial delictivo, más allá de una única multa de tráfico. Tampoco consta que hubiera necesitado tratamiento psiquiátrico.
“Seguimos intentando examinar todo lo que podamos, estudiar todas las pruebas para ver a qué conclusión lógica nos llevan, tratar de determinar qué posible motivo hubo en realidad para este tiroteo”, ha declarado el jefe de la policía local, Brian O’Hara, a la cadena de televisión NBC. “Todo lo que llevamos visto hasta ahora apunta a un camino clásico para un tirador de este tipo”, ha agregado.
El material que han encontrado hasta ahora —cuadernos, además de vídeos y mensajes volcados en redes sociales— apuntan a una persona “con un montón de odio” hacia múltiples grupos. Pero, a la espera de recibir autorización judicial para examinar el contenido de los dispositivos electrónicos de la atacante, no han encontrado nada específico contra esta escuela o la parroquia en particular, ha explicado el algo cargo policial.
Participantes en la investigación han declarado a la cadena CNN que Westman había acudido a la iglesia semanas antes, con la excusa de volver a conectar con su fe católica. Después de esa visita, dibujó un esquema detallado del interior. O’Hara ha declarado que, al parecer, la autora del tiroteo había bloqueado dos de las puertas de acceso para impedir que los asistentes a la misa pudieran escapar.
Los agentes han registrado la iglesia y tres viviendas relacionadas con Westman, y han encontrado centenares de indicios, entre ellos textos escritos por ella. No han localizado más armas que las que portaba antes de abrir fuego a través de los cristales de las ventanas de la iglesia contra los más de 200 alumnos de la escuela, maestros y feligreses adultos que asistían a una misa para conmemorar el comienzo del curso.
Westman utilizó un rifle, un revólver y una pistola para disparar “docenas” de balas antes de quitarse la vida en el aparcamiento de la iglesia. Entre los heridos (14 niños y tres adultos), 11 permanecen aún ingresados en el hospital, pero se considera que la mayor parte de ellos se encuentra fuera de peligro. Un menor sigue muy grave y dos personas —un adulto y un niño— están en estado grave.
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