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Un misil ruso vuelve a provocar una masacre de civiles en Kiev

Al menos nueve personas mueren en un edificio destruido por las bombas en la capital ucrania

Los servicios de emergencia trabajan en el edificio destruido por un misil ruso en Kiev este lunes.Foto: SERGEY DOLZHENKO (EFE) | Vídeo: EPV
Cristian Segura

Un misil balístico ruso ha vuelto a dejar un reguero de muertos en Kiev, la capital de Ucrania. Al menos nueve personas han perdido la vida en la madrugada de este lunes y hay, además, 34 heridos, en un edificio destruido por un cohete del invasor. Otra persona ha muerto en otra localización de la ciudad. La masacre llega seis días después de que otro misil ruso golpeara otro edificio de viviendas en Kiev, causando la muerte de 28 personas.

Este mes de junio está siendo el más intenso en cuanto a bombardeos rusos de larga distancia sobre Ucrania: 4.246 drones bomba y 165 misiles balísticos y de crucero disparados contra el país invadido, según datos de las Fuerzas Aéreas de Ucrania. Esto es un 6% más de drones y un 46% más de misiles que en mayo, y todavía queda una semana para terminar el mes.

Rusia bombardea periódicamente las principales ciudades de Ucrania, con la capital como principal objetivo, con cantidades de armamento no vistos en los más de tres años de guerra. En el último medio año, el ejército ruso ha triplicado el número de drones de largo alcance Shahed y Gerber utilizados contra la retaguardia ucrania.

Más de 350 drones y 17 misiles han sido disparados contra Kiev entre la 1.00 y las 4.40 de la madrugada. El estruendo de las explosiones ha despertado a la mayoría de distritos de la capital. Rusia está produciendo a diario más de un centenar de Shahed de nueva generación, según la inteligencia ucrania, más difíciles de interceptar y con vuelos a mayor altura, que les permiten golpear con más facilidad el centro de la capital. Durante tres horas, el característico zumbido de su motor ha provocado el pánico en la población, que ahora acude con más frecuencia a los refugios antiaéreos.

Los bomberos recuperan un cadáver en el edificio golpeado por el bombardeo.

A primera hora de la tarde del lunes, los servicios de emergencia seguían buscando entre los escombros a un menor de edad desaparecido. El edificio destruido recibió el impacto directo de un misil balístico. Se cree que el objetivo era una nave industrial sita a 250 metros, en la que EL PAÍS pudo comprobar la presencia de un gran número de militares.

En la zona del impacto se instalaron, como es habitual, tiendas de campaña para atender a los vecinos, mesas de la policía para registrar a las personas que han perdido su vivienda o han sufrido desperfectos, y puntos de atención de la Cruz Roja, de la agencia para los refugiados de las Naciones Unidas (Acnur) o de la ONG World Central Kitchen, del cocinero español José Andrés, que repartía comida.

El edificio en el que fallecieron la semana pasada 28 personas se encontraba a 150 metros de una zona industrial en la que, según aseguró el presidente ruso, Vladímir Putin, se fabricaba armamento. Las autoridades ucranias no comentaron esta información pero la visita de este diario aquel día al lugar de los hechos no identificó presencia militar. Ese ataque fue el segundo más letal contra Kiev en los tres años de guerra. En un bombardeo de julio de 2024 perecieron 33 personas y más de 120 resultaron heridas.

El ataque ruso de esta madrugada ha contado de nuevo con centenares de drones de largo alcance. Es el sexto día de junio con más de 300 de estos aparatos, algo nunca visto hasta este año. El 9 de junio se produjo el récord, también con Kiev como principal objetivo, con 479 drones.

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha recordado que los Shahed son de origen iraní, y ha tildado de buena noticia el bombardeo estadounidense del pasado sábado contra instalaciones nucleares de Teherán, porque la República Islámica, ha dicho, es miembro “de la coalición de asesinos”, en referencia a Rusia y a Corea del Norte, otro aliado de Moscú. Zelenski criticó indirectamente la semana pasada al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al asegurar que lo único que había cambiado en el Kremlin desde su llegada al poder es que Rusia bombardea con más intensidad.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa y en 2025, el premio internacional de periodismo Julio Anguita Parrado.
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