Los libros prohibidos en Estados Unidos resisten la censura

La batalla por el derecho a leer se ha vuelto la más reciente contienda en los Estados conservadores de Estados Unidos. En 2022, las bibliotecas registraron peticiones para retirar 2.571 títulos, el doble que el año anterior.

Florida se ha convertido en el abanderado de las prohibiciones literarias. Ron DeSantis ha aprobado varias leyes que prohíben tratar temas como la sexualidad, la orientación sexual y la raza en las escuelas, provocando que varias bibliotecas escojan censurar ciertos títulos. El miedo a infringir la ley no es infundado, pues la normativa contempla penas de prisión en caso de infringirla.

El secretario de Estado de Illinois, Alexi Giannoulias, ha presentado una iniciativa de ley para que las librerías que censuren libros pierdan fondos estatales. La medida fue planteada ante el endurecimiento de las leyes de censura en el Estado vecino de Misuri.

En Texas, el condado rural de Llano se enfrenta a una decisión extrema: cerrar sus bibliotecas por completo para impedir que los menores tengan acceso a ciertos libros. La medida se empezó a debatir luego de que un juez federal ordenó devolver varios libros censurados a las estanterías.

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