Un campamento para revivir el espíritu de la Revolución china
Trabajadores chinos resucitan los principios maoístas en las montañas de Jinggangshan, al sureste del país
En las montañas que vieron nacer hace 90 años a la Armada Roja de China, un grupo de uniformados se desliza boca abajo por el suelo. Vestidos de soldados comunistas, estos trabajadores participan durante tres días en un campamento organizado por el Partido Comunista chino para revivir la ideología maoísta en Jinggangshan, en el sureste de la provincia de Jiangxi.
“Puedo sentir el espíritu de la revolución”, afirma Wang Pingzhu a la agencia Reuters, una empleada de 32 años de una compañía de ropa de la provincia de Fujian, una de las que realiza el recorrido de La Larga Marcha, el mismo que siguieron las tropas del Ejército Rojo dirigido por Mao Zedong para huir de las fuerzas nacionalistas de Chiang Kai-Shek entre 1934 y 1935.
Durante esos días trabajadores de los sectores público y privado se impregnan de los principios básicos del partido. Trabajo, lealtad y disciplina, son algunos de los valores que se promueven. Los participantes visitan lugares históricos, cantan canciones e himnos y juran lealtad al partido.
“Creo que el Partido Comunista promueve este tipo de educación para tratar de controlar el pensamiento de los miembros del partido”, dice Zhang Lifan, un analista político. Desde su llegada al poder en 2012, Xi Jinping ha impulsado una educación patriota y un control ideológico de la gente por medio de este tipo de eventos en otras partes del país. Xi teme que, a 41 años de la muerte de Mao, las jóvenes generaciones de chinos olviden el viejo régimen seducidos por el sistema capitalista. Xi continua abrazando la vieja escuela maoísta como una forma de reafirmar la supremacía del partido. “Si el Partido Comunista pierde poder, está perdido”, afirma Zhang a un mes del próximo Congreso del Partido Comunista.
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