Obama: “Colombia está a punto de lograr una paz histórica”
El presidente de Estados Unidos celebra el desenlace de las negociaciones entre el Gobierno y las FARC


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, valora los esfuerzos del Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC para llegar a un acuerdo que ponga fin a un conflicto de más de 50 años. “Colombia está a punto de lograr una paz histórica”, celebra Obama en una entrevista con EL PAÍS.
El mandatario estadounidense, además, destaca el papel de Cuba como anfitrión de las conversaciones que se celebran desde hace casi cuatro años en la isla y el efecto que el deshielo de las relaciones entre Washington y La Habana ha tenido también en las negociaciones: “El Gobierno cubano acogió en La Habana las negociaciones de paz entre el Gobierno, a las que se unió Estados Unidos, algo que habría sido impensable hace unos años”, asegura Obama.
La Administración de Estados Unidos ha sido el principal aliado de Colombia en su lucha contra el narcotráfico y en el combate contra las FARC desde el Gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002). A través del Plan Colombia, Estados Unidos ayudó económicamente y en labores de inteligencia militar para minar el poder de la guerrilla.
Durante el proceso de paz, el papel de la Administración de Obama ha sido también crucial. El presidente nombró un enviado especial para las negociaciones, Bernie Aronson, que ha desempeñado una labor destacada por ambas delegaciones. Las FARC pretenden que el Gobierno de Estados Unidos les saque de la lista de organizaciones terroristas y, además, confían en que uno de los miembros más destacados de la guerrilla, alias Simón Trinidad, condenado en una cárcel estadounidense, pueda regresar a Colombia tras la firma del acuerdo de paz.
Una de las demostraciones de la implicación de Estados Unidos con el proceso de paz en Colombia se produjo durante la visita de Obama a Cuba. Entonces, el secretario de Estado, John Kerry, se reunió con los negociadores del Gobierno y con los de las FARC, liderados por su máximo jefe, alias Timochenko. Nunca antes un alto funcionario de la Administración de Estados Unidos se había reunido con dirigentes de la guerrilla.
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