Mogherini habla de derechos humanos con Raúl Castro

La alta representante para la política exterior europea, Federica Mogherini, se reunió el martes durante dos horas con el presidente cubano Raúl Castro en La Habana. Era la primera vez que el régimen castrista recibía a un jefe de la diplomacia europea y de la cita salió un plan para un nuevo encuentro. “Nos veremos otra vez en Panamá, el próximo 11 de abril, para la Cumbre de las Américas a la que la Unión Europea ha sido invitada por primera vez”, anunció Mogherini tras concluir su visita a Cuba. El encuentro transcurrió en una atmósfera cordial, con un Castro relajado que bromeó, contó historias de su familia y se interesó por la de Mogherini, según fuentes conocedoras de la entrevista. El principal resultado de ese contacto es haber logrado el compromiso de acelerar el acuerdo político y de cooperación que Bruselas negocia con La Habana desde hace un año.

“Me expresó su compromiso absoluto de hacer reformas. Hablamos sobre la reforma que proyecta con la moneda y la de la Asamblea Nacional y también tratamos de los fuertes lazos entre Cuba y la UE”, aseguró la alta representante comunitaria a EL PAÍS. Antes, en conferencia de prensa, Mogherini explicó que habían abordado la nueva situación entre La Habana y EE UU e insistió en que no hay competencia entre la negociación que desarrolla Washington y la que mantiene la Unión Europea.

Más allá de las cuestiones generales, ambos dirigentes abordaron, según el relato de Mogherini ante la prensa, la siempre compleja cuestión de los derechos humanos. En una clara señal de aproximación a sus interlocutores, la jefa de la diplomacia lanzó un mensaje conciliador: “No es la primera vez que abordamos este asunto. No se hará analizando caso por caso, sino constatando que todos los derechos humanos deben ser respetados: en Cuba y en la Unión Europea; nosotros también tenemos nuestros propios desafíos en casa. Tenemos que negociar sin doble rasero”.

Ese espíritu de no torcer la primera oportunidad formal que ha tenido la Alta representante de reunirse con Castro —ya se vieron en enero en Costa Rica— marcó todo el encuentro. Mogherini no pudo confirmar hasta el final si la reunión iba a celebrarse y durante su visita evitó recibir a personalidades críticas con el régimen. Tras su visita a Castro, se entrevistó con un grupo de artistas cubanos, pero ningún disidente.

La jefa de la diplomacia europea valoró “el momento de cambio profundo que vive Cuba. Quizá es un cambio lento pero profundo”.