Los tornados azotan Oklahoma tras su paso por Misuri

Los tornados siguen azotando la región central de Estados Unidos. Esta vez, el Estado de Oklahoma ha sido el más perjudicado. El paso de una serie de tornados ha causado la muerte de al menos ocho personas. También ha herido a cerca de una decena de personas, según han informado las autoridades locales.

El director de Emergencias del Condado de Canadian, en las afueras de Oklahoma City, Jerry Smith, ha confirmado a la emisora CNN las muertes y los heridos. Los tornados afectaron en la tarde del martes el oeste y el sur de la ciudad.

El Servicio Nacional de Meteorología ha advertido en las primeras horas de la tarde que se aproximaban tornados a la zona y que se trataba de "una situación extremadamente peligrosa que podría ser mortal". Asimismo, la agencia federal ha indicado que la alerta de tornados en Oklahoma, Kansas y el norte de Texas se mantendrá hasta las 22.00 hora local (03.OO GMT).

"Se está conformando una situación muy grave y es posible, si no probable, que pasemos al nivel de alerta máxima en las próximas horas a medida que recolectamos más información", había anunciado esta mañana Russel Schneider, director del Centro de Pronóstico de Tormentas en Norman, Oklahoma.

Joplin eleva el número de muertos

La nueva serie de tornados en el centro de EE UU se produce cuando la ciudad de Joplin, en el sur de Misuri, comienza a recuperarse del devastador huracán que asoló la localidad el domingo. Las autoridades de Joplin han elevado a 124 el número de personas muertas y a 750 las heridas. El gerente municipal de Joplin, Mark Rohr, ha anunciado esta nueva cifra de fallecidos mientras explicó en rueda de prensa que prosiguen las labores de rescate y búsqueda en la zona.

Asimismo, una firma evaluadora de riesgos, Eqecat, ha indicado que las pérdidas ocasionadas por la catástrofe podrían ascender a 3.000 millones de dólares. El tornado golpeó con intensidad a viviendas y edificios del centro de la ciudad, de 50.000 habitantes, entre ellos un hospital que quedó prácticamente en ruinas.

Las autoridades federales informaron de que resultaron dañadas más de 8.000 estructuras tras el paso del tornado, que dejó un rastro de cerca de diez kilómetros de longitud y casi un kilómetro de ancho en la ciudad.