'Noynoy' Aquino se perfila como el nuevo presidente de Filipinas

El senador Benigno Noynoy Aquino se perfila como el ganador de las elecciones presidenciales en Filipinas. Según los resultados parciales anunciados por la Comisión electoral, correspondientes al 78,55% de los votos, Aquino encabeza las elecciones con 40,2% de los votos y a Estrada sólo el 25,5%. Sin embargo su principal contrincante, el ex presidente Joseph Estrada, ha dicho que no va a hacerlo hasta que no se conozcan los resultados oficiales completos. Sí los han hecho otros candidatos como Manuel Villar, Richard Gordon, Eddie Villanueva y John Carlos.

"Mi silencio respecto a las recientes elecciones presidenciales no debe malinterpretarse como un reconocimiento de la victoria del candidato que lidera los resultados", declaró Estrada en un comunicado, difundido por la edición digital del diario The Philippine Star. "Deseo asegurar a la población que, aunque no tengo intención de protestar, tampoco voy a reconocer" la victoria de Aquino en tanto no sea proclamada oficialmente por el Congreso del país, dijo. "Cuando los resultados parciales extraoficiales sean confirmados oficialmente por el Congreso, con mucho gusto me doblegaré a la voluntad soberana del pueblo", añadió.

Ya los sondeos a pie de urna daban ayer a Aquino una gran ventaja sobre Estrada, de casi 20 puntos porcentuales. Aquino ha declarado que si será confirmado presidente tendrá como prioridad la lucha contra la corrupción y la mejora de la sanidad pública, del sistema educativo y judiciario. El senador liberal, de 50 años, pertenece a una familia de larga tradición política en un país donde este hecho tiene mucha relevancia.

El padre, Benigno Ninoy Aquino, fue el gran líder opositor asesinado durante la dictadura de Ferdinand Marcos, y la madre es nada menos que Corazón Aquino, quien tomó el testigo de su esposo y encabezó la revolución pacífica que acabó por expulsar a Marcos.

Aquino ha tenido de su parte a un enorme conglomerado eclesiástico, la llamada Iglesia de Cristo, que ha compensado la falta de solidez en su estructura política, que sí tienen sus rivales. Sólo el apoyo de la iglesia garantiza a Aquino cerca de dos o tres millones de votos de los 50 millones de filipinos llamados a las urnas.

La participación a las elecciones se ha calculado en un 75%. La jornada electoral no estuvo exenta de problemas. Fallaron muchas de las nuevas urnas electrónicas y se han registrado incidentes en puntos remotos del país que han causado una decena de muertos.