Correa asegura que dimitirá si los ecuatorianos rechazan la reforma constitucional

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha asegurado que estaría dispuesto a dimitir si gana el "no" en el referéndum popular previsto para el próximo domingo, en el que los ciudadanos decidirán si dan su apoyo a la formación de una Asamblea Nacional Constituyente de plenos poderes.

"Si el pueblo nos quita el respaldo votando por el 'no' me voy, porque eso querría decir que los ciudadanos eligen continuar con los mismos de siempre", ha afirmado el gobernante a un medio de comunicación local. Para Correa, la victoria del voto negativo significaría un rechazo al Gobierno que le obligaría a dimitir. "Yo no me aferro al cargo", ha insistido.

Correa anunció la convocatoria de la consulta popular el pasado mes de enero con el propósito de reformar la Constitución. Los sondeos señalan que más del 60% de los ecuatorianos se decantarán por el voto a favor de la reforma. El presidente ha aprovechado para pedir apoyo al voto favorable en el referéndum. "Por favor, si quieren un cambio, si quieren liberarse de los mismos sinvergüenzas de siempre, abrumadoramente voten por el sí".

El presidente ha defendido también que en Ecuador "no hay ninguna crisis institucional" y ha asegurado que las instituciones como el Congreso, el Tribunal Supremo Electoral y la Corte Suprema de Justicia funcionan con total normalidad.

El Parlamento reanuda sus funciones

El Congreso de Ecuador ha reanudado sus funciones tras permanecer un mes parado, el mismo día que 57 diputados opositores al Gobierno, que no aceptan su destitución por el Tribunal Supremo Electoral, se han reunido en un hotel para formar un "Congreso paralelo". "Lo que ocurre es que 57 ex diputados quieren imponerse a las bravas, con la prepotencia que toda la vida les ha caracterizado a ellos, a sus grupos y a los partidos que representan", ha afirmado Correa.

Los diputados habían sido destituidos por "interferir" en el proceso de la consulta popular. Hasta el momento han presentado varios recursos para anular su suspensión, pero siempre han sido desestimados. Un fuerte dispositivo policial ha vigilado la seguridad en la sede del Parlamento, pero no se ha producido ningún altercado al no presentarse los ex diputados.