La victoria demócrata en Virginia y Nueva Jersey pone en nuevos aprietos al presidente Bush

Las urnas de Virginia y Nueva Jersey no contenían buenas noticias para George W. Bush. En ambos Estados, que ayer celebraron elecciones a gobernador, los demócratas se han impuesto a republicanos, lastrados por la fuerte caída de los índices de popularidad del presidente. Tampoco llegan buenas noticias de California: todas las propuestas que Schwarzenegger había sometido a referéndum han sido rechazadas. Su único consuelo llega de la progresista Nueva York donde el republicano Michael Bloomberg ha revalidado el mandato como alcalde.

Virginia, un Estado de corte conservador donde el presidente Bush ha caído hasta el 44% de popularidad, se ha decantado por el demócrata Tim Kaine con un 52% de los votos tras una agresiva campaña que contra él había lanzado el republicano Jerry Kilgore que le acusaba de ser demasiado blando en asuntos como la pena de muerte, el aborto y la inmigración.

En Nueva Jersey, el demócrata Jon Corzine ha vencido con facilidad al empresario Douglas Forrester: 53% frente al 43%, a pesar del cruce de acusaciones de corrupción y los comentarios despectivos que la ex mujer de Corzine realizó contra su marido.

Alcalde Bloomberg

La debacle republicana en Nueva Jersey y Virginia ha sido un golpe más para Bush cuyo gobierno ha sido sacudido por las críticas a la guerra en Irak y a la reacción de su gobierno ante los huracanes que asolaron a los estados de Luisiana, Misisipi y Alabama. También ha sido golpeado por escándalos causados por filtraciones de secretos a la prensa así como dificultades para designar a un juez del Tribunal Supremo.

En cambio, la ciudad de Nueva York continuará bajo administración republicana por cuatro años más tras la victoria de Michael Bloomberg frente al demócrata Fernando Ferrer, el primer hispano que ha aspirado al cargo. El multimillonario Bloomberg consiguió el 58% de los votos tras haberse gastado unos 70 millones de dólares de su fortuna personal en la campaña.