Hallan en Colombia un submarino construido por los narcotraficantes para transportar droga

En vista de que el cielo y la tierra están cada vez más vigilados para impedir el tráfico de estupefacientes, los narcotraficantes han decidido intentar burlar los controles fronterizos bajo el mar. Las autoridades colombianas han descubierto un rudimentario submarino ideado y construido por los narcos, con capacidad para transportar hasta 10 toneladas de droga, en Nariño (municipio de Tumaco), una zona rural selvática de la región de Salahonda, en el océano Pacífico.

Según ha informado la policía secreta, que ha difundido hoy imágenes del sumergible, el aparato, que aún se encontraba en fase de construcción, fue decomisado por la Armada Nacional y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, organismo estatal) a unos 800 kilómetros al suroeste de Bogotá, en un terreno pantanoso de la zona rural selvática de Tumaco.

Según el DAS, no se trata de un submarino comprado, sino que fue ideado y ensamblado por los propios traficantes. El director del DAS en el departamento del Valle del Cauca, Eduardo Fernández Rodríguez, ha indicado en una rueda de prensa celebrada en Cali, la capital de esa región, que la localización del sumergible puso fin a una investigación abierta hace seis meses.

"La nada, como tal, existía"

"Veníamos haciéndole seguimiento a unas piezas que estaban ingresando en esa zona, con el propósito de fabricar algún elemento de transporte marítimo", ha explicado el funcionario. La operación terminó en las "últimas horas" del pasado día 25 de marzo con la entrada en la zona de agentes secretos y de la Armada Nacional (marina de guerra), ha agregado Fernández. "Se estableció que la nada, como tal, existía", ha subrayado el jefe regional del DAS, para precisar que el submarino tenía capacidad para transportar una decena de toneladas de droga.

Según la misma fuente, el sumergible iba a ser utilizado para sacar la coca desde las costas del Pacífico y trasladarla hasta alta mar, donde debía ser transbordada a "lanchas de gran capacidad", cuyo destino previsible sería Estados Unidos. Fernández ha indicado que, al parecer, el submarino fue construido por narcotraficantes del Valle del Cauca, región que sirve de sede a la última gran organización de las drogas que queda en Colombia, conocida como el cártel del Norte del Valle.

Otras fuentes apuntan a que el aparato pertenecía a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC). La zona del hallazgo pertenece a Nariño, en el departamento de la frontera sur con Ecuador, que está considerado como una de las más importantes productoras de cocaína del país.