La reforma de la ONU arranca con medidas para subsanar fallos en la lucha contra el terrorismo

El ambicioso proyecto de reforma de la ONU, que ha sido entregado hoy formalmente a la Asamblea General, tendrá su primera consecuencia en la lucha contra el terrorismo, actividad en la que la organización ha fallado en los últimos años. Así consta en la carta que el secretario general, Kofi Annan, ha adjuntado al proyecto de reforma de la organización elaborado en el último año por un panel de alto nivel, encabezado por el ex primer ministro de Tailandia, Anand Panyarachun.

El informe reconoce que la ONU "no ha aprovechado de manera óptima los recursos de que disponen" en la lucha contra el terrorismo, una actividad que debe estar guiada por la eficacia y el respeto a la legalidad y los derechos humanos. Annan respalda esta crítica, y atribuye los fallos a "la incapacidad de los Estados miembros de llegar a un acuerdo sobre una definición del terrorismo", por lo que da la bienvenida al intento del panel de expertos de describir este complicado concepto.

Precisamente, la falta de una definición de este concepto ha supuesto un grave lastre para la tarea de la ONU, que no ha podido avanzar en una convención internacional o simplemente proclamar que "el terrorismo no es una táctica aceptable, aun en defensa de las más nobles de las causas", dicen los expertos. Por ello, proponen que sea definido como "cualquier acto destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo".

Pese a que el proyecto de reforma de la ONU se encuentra todavía en sus primeros pasos y le quedan muchos meses de maduración, Annan ya ha anunciado que pondrá en marcha "rápidamente" algunas medidas, entre ellas las relacionadas con el terrorismo. El informe también se muestra muy crítico con la violación de los tratados de no proliferación de armas nucleares, por las amenazas de incumplimiento de algunos países, y por "la evolución del entorno internacional de seguridad y la difusión de la tecnología".

Ampliación del Consejo

Otro de los aspectos centrales de la reforma es la ampliación del Consejo de Seguridad, un órgano que mantiene la misma composición desde la época de la "guerra fría", y para la que proponen dos alternativas distintas, que permitiría incrementarlo de 15 a 24 miembros. El secretario general coincide con los expertos en la urgencia en abordar esta ampliación, y considera "decepcionante que en más de 10 años (de analizar la materia) apenas se haya avanzado hacia ese objetivo".