Moratinos no descarta "en absoluto" que Solana sea el próximo presidente de la Comisión Europea

Aprobada la Constitución europea, la agenda de los jefes de Gobierno de la UE tiene pendiente la sucesión de Romano Prodi al frente de la Comisión. Tras el bloqueo de las negociaciones en la cumbre de la semana pasada por el apoyo y censura cruzados entre Francia y Gran Bretaña, se plantea la necesidad de hallar un candidato de consenso.

Por ello, el nombre de Javier Solana cobra fuerza de nuevo. Aunque los líderes europeos le ratifican como Mister PESC y piensan en él para ser el futuro Ministro de Exteriores de la UE cuando la Constitución haya entrado en vigor, su hipotética candidatura es la que más apoyos concita y que menos esfuerzos diplomáticos requiere.

Hasta ahora, España no quería tratar sobre esta posibilidad: temía que el nombre de Solana se convirtiera en moneda de cambio en las negociaciones de la Carta Magna. Además, si llegara a convertirse en presidente del Ejecutivo comunitario Joaquín Almunia debería renunciar como comisario puesto que sólo puede haber un representante por país.

Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se ha expresado hoy de forma bien distinta al reconocer que no excluye "en absoluto" la posibilidad de que Solana dirija la Comisión. Como él mismo reconoce, "Solana es un candidato que reúne siempre la unanimidad" y, en ese sentido, el Gobierno español quiere "ayudar a la Presidencia [de la UE] a encontrar el candidato que reúna el consenso de los Veinticinco", ha dicho en una entrevista concedida a la Cadena SER. El propio Solana ha subrayado hoy que no es candidato "a nada" aunque se muestra dispuesto a servir a la Unión Europea allá donde decidan los europeos.

El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, tiene una semana para encontrar un candidato que logre el apoyo de la mayoría cualificada de la UE. Para ello, reunirá a los líderes europeos los próximos días 27 o 30. En caso contrario, la elección de sucesor de Prodi estará a cargo de la nueva Presidencia semestral, que corresponde a Holanda. El nuevo responsable del Ejecutivo comunitario deberá tomar posesión el 1 de noviembre, para lo que antes debe haber recibido el vito bueno del Parlamento Europeo en una sesión que se celebrará en los últimos días de julio.