Ascienden a siete los muertos en la explosión de una fábrica en Glasgow

Asciende a siete el número de muertos en la explosión de una fábrica de plástico ocurrida ayer en Glasgow, capital industrial de Escocia, según ha confirmado hoy el servicio de bomberos de esa ciudad, que prosigue la búsqueda de personas atrapadas entre los escombros. Cinco de las víctimas murieron en el lugar del siniestro y las otras dos fallecieron en el hospital Western Infirmary de Glasgow, en tanto que unas cuarenta personas resultaron heridas, dieciséis de ellas en estado grave.

El servicio de bomberos, que durante toda la madrugada ha buscado a personas sepultadas, dice haber oído ruidos procedentes de los escombros y no pierden la esperanza de hallar a alguien con vida. "Todavía creemos que puede haber gente viva ahí dentro y, mientras sigamos pensando eso, continuaremos trabajando", ha afirmado el jefe de bomberos, Brian Sweeney, que ha precisado además que hasta 100 efectivos de su equipo están en el lugar de la explosión.

Los bomberos, que ya han rescatado a siete personas, reciben la ayuda de expertos que han trabajado en zonas que golpeadas por terremotos, como Turquía y Afganistán.

Si bien parece descartada la posibilidad de que se trate de un atentado, aún están por determinar las causas de la explosión. Aunque podría deberse a una acumulación de gas junto a uno de los hornos de la factoría, ésta había superado todas las inspecciones técnicas muy recientemente.