Los damnificados por el terremoto de Alhucemas olvidan sus penurias y aclaman a Mohamed VI

Los cientos de damnificados de Imzuren (Marruecos), la zona más afectada por el terremoto de Alhucemas, se han olvidado de sus penurias y han aclamado al Rey Mohamed VI cuando acudió a visitarlos al campamento, donde en dos días se han efectuado importantes mejoras para esta recepción.

Tras ver ayer a los heridos ingresados en el hospital Mohamed V de Alhucemas y pasar la noche en un complejo montado para alojarle en el barrio de El Mirador de la capital, el monarca alauí acudió al campamento situado a las afueras de Imzuren, el segundo núcleo poblacional de la provincia con más de diez mil habitantes y donde se concentra la mayor parte de los afectados.

El monarca alargó este paseo más de lo previsto ante la respuesta popular, que se concretó en aplausos y gritos en su favor. Como explicaron algunos de los afectados "es nuestro Rey, su visita era esperada y a quienes culpamos de no darnos lo que necesitamos es a las autoridades de la provincia, no a él".

El asentamiento de Imzuren, que hasta hace 48 horas era un conjunto de refugios mal montados en los que sus habitantes sufrían todo tipo de carencias, se ha transformado por la visita real en unas instalaciones ejemplares con un hospital de campaña preparado para todo tipo de actuaciones, equipos de asistencia social, retretes portátiles, banderas marroquíes y de la Media Luna Roja ondeando sobre las jaimas y gravilla sobre el barro en la zona que tenía previsto recorrer el Rey.

Unos kilómetros atrás, la situación sigue siendo bien diferente y en barrios de Imzuren como Saharo, donde el Rey no pasó, la gente sigue arreglándoselas como puede, sin tiendas de campaña y ningún tipo de ayuda humanitaria.