Ir al contenido
_
_
_
_

Reagan, el 'hacker'

El ex presidente de EE UU filtró deliberadamente tecnología defectuosa a la URSS para sabotear sus industrias clave

El ex presidente de EE UU, Ronald Reagan, pudo ser el primer hacker de la historia y el creador junto a la CIA del primer virus informático conocido. Al menos es lo que cuenta Thomas C. Reed, ex secretario de la Fuerza Aérea en un libro, En el abismo: viaje al interior de la Guerra Fría, que se publicará el mes que viene en EE UU y cuyo contenido revela en parte hoy The Washington Post. Según su relato, el entonces presidente y la agencia de inteligencia planearon transferir tecnología defectuosa a la Unión Soviética para sabotear industrias esenciales del país. Y en parte lo consiguieron.

La maniobra de Washington fue la respuesta a la creación en 1970 de una agencia por la KGB denominada Directorio T, encargada de robar tecnología a los países occidentales y que había cosechado éxitos notables. La oportunidad para reventar su labor y, de paso, introducir un caballo de Troya tras las filas enemigas se la proporcionó a Reagan el entonces presidente de Francia Francois Mitterrand, quien le ofreció los servicios de un agente doble, el Coronel Vladimir Vetrov, que participaba en el Directorio T y que reveló a EE UU los sectores en los que estaba especialmente interesado Moscú.

Washington decidió entonces emprender una guerra sucia contra su particular Imperio del Mal y filtró un programa informático para las plantas de extracción de petróleo que los servicios secretos occidentales se dejaron deliberadamente robar por los soviéticos. El código, oculto en el programa, estropeaba el mecanismo que ponía en funcionamiento las bombas, turbinas y válvulas y sometía a los oleoductos a una presión por encima de la que los materiales podían soportar.

El efecto fue espectacular. El virus provocó, ante el asombro de los soviéticos, la explosión de un oleoducto siberiano en 1982, el estallido no nuclear más enorme de la historia. El fuego se vio incluso desde los satélites espías de EE UU y la avería, y subsiguiente falta de suministro, afectó seriamente a la economía de la Unión Soviética.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_