Cinco muertos en un ataque de la resistencia iraquí contra un convoy estadounidense

La resistencia iraquí ha asestado esta mañana otro duro golpe al Ejército de EE UU. Una potente bomba colocada en una carretera al norte de Bagdad ha estallado al paso de un vehículo blindado Bradley, según informa la cadena de televisión CNN. Cinco de sus ocupantes, tres soldados estadounidenses y dos miembros de la seguridad iraquí, han muerto.

Según fuentes de la 4ª división, a la que pertenecían los soldados, la explosión ha tenido lugar al oeste de Tajl, a unos 30 kilómetros al norte de la capital. La explosión volcó el vehículo, que se incendió inmediatamente. El artillero y el comandante lograron escapar con vida, aunque heridos, pero el conductor y otros cuatro ocupantes han fallecido en el acto.

El ataque se ha producido un día después de que el comandante de las tropas de la coalición en Irak, el general estadounidense Ricardo Sánchez, llamara a los grupos leales a Sadam Husein a deponer las armas y advirtiera de que sus fuerzas seguirían persiguiendo a los insurgentes en todo el país.

En una conferencia de prensa el viernes en Bagdad, Sánchez aseguró que sus tropas han conseguido detener a 360 supuestos insurgentes en unas 150 operaciones realizadas esta semana en el centro de Irak.

Con estas muertes el número de fallecidos desde que comenzó la invasión de Irak el pasado 20 de marzo supera ya los 500.