Diez muertos al chocar un camión y un autobús en Bagdad

Tras horas de confusión, el Ejército estadounidense ha descartado que la explosión de un camión cisterna esta mañana en Bagdad, que ha dejado 10 muertos y más de 20 heridos, sea un atentado terrorista. La detonación se produjo por el choque de ese vehículo con un autobús que recorría la misma calle.

Tras el estallido, los dos vehículos se han convertido en una bola de fuego que ha envuelto a otros dos coches. Un portavoz militar estadounidense, capitán Jason Beck, ha confirmado esta tarde a última hora que las investigaciones concluyen que "no hay evidencias de explosivos. Era un camión cisterna que simplemente ha tenido un accidente de circulación". Entre los muertos, se han contabilizado a tres niños de corta edad, cuyos cuerpos han quedado completamente destrozados.

Sin embargo, poco después del suceso, el viceministro iraquí de Interior , Ahmed Kadhim. indicaba erróneamente que la explosión había ocurrido antes de lo previsto por los supuestos terroristas, que se dirigían cargados de explosivos a la comisaría de Amil, en el barrio Bayah del suroeste de la capital iraquí. De hecho, este puesto policial ya ha sido objetivo de varios ataques, atribuidos a la resistencia contra las fuerzas ocupantes, que castiga a las fuerzas del orden iraquíes por colaborar con los militares extranjeros. La policía iraquí, acostumbrada a atentados diarios, también se ha apuntado en las horas posteriores a la explosión a la tesis del ataque terrorista.