Diseñado para ganar: TAG Heuer se reafirma como el mejor aliado de la Fórmula 1

Ver arrancar desde el paddock el Red Bull de Max Verstappen es una de las mejores maneras de calibrar la potencia y el esplendor de la Fórmula 1. El bólido azul con morro amarillo parece, pese a sus dimensiones relativamente modestas, una vanguardista nave espacial sobre ruedas, una pieza de orfebrería, un milagro tecnológico capaz de parar el tiempo. Invitados por la relojera suiza TAG Heuer, pudimos ver a Verstappen, el holandés volador, partir como una centella desde las entrañas del Circuito de Barcelona, en Montmeló, durante la jornada de clasificación del Gran Premio de España. La recta que encara el cuatro veces campeón del mundo es la misma en que Nigel Mansell sostuvo un legendario pulso, rueda contra rueda, con Ayrton Senna en 1991, en la que Alain Prost empezó a abrochar su cuarto título mundial en 1993. La catedral de asfalto sobre la que han volado leyendas del automovilismo como Kimi Räikönnen, Fernando Alonso, Jacques Villeneuve, Nico Rosberg, Lewis Hamilton, Mika Häkinnen o Michael Schumacher, ganador aquí en hasta seis ocasiones.

En el fin de semana del 35 Gran Premio de España disputado en Montmeló, TAG Heuer acaba de celebrar su retorno como cronometrador oficial a la Fórmula 1, coincidiendo con el 75 aniversario de la competición. Lo ha hecho invitando a prensa y asociados a visitar el circuito, presentando una nueva edición limitada Barcelona (con énfasis en el negro, el blanco y el rojo) de su icónico reloj TAG Heuer Formula 1 y con una exclusiva cena en la sala de eventos barcelonesa Casa Capell.

A la cena asistieron Christian Horner, director deportivo de Oracle Red Bull Racing (equipo del que TAG Hauer es patrocinador) y amigos y embajadores de la marca como la modelo Almudena Fernández, los actores Miguel Ángel Muñoz y Eric Masip, el exfutbolista y modelo Jaime Astrain, el pintor Manu Campa, los pilotos Marta García, Cristina Gutiérrez y Pepe Martí o los creadores de contenido Daniel Illescas y Belén Hostalet. Horner subió al estrado para responder a las preguntas de Roldán Rodríguez, piloto en su día de GP2 o GT Open y hoy comentarista deportivo. Horner destacó que TAG Heuer es un referente de “velocidad y audacia”, dos de los valores troncales de la Fórmula 1: “Los equipos que han patrocinado llevan ya 239 victorias y mi reto, como director de Red Bull, es proporcionarles lo antes posible la 240. Más aún: llevamos cuatro títulos mundiales de pilotos desde que nos asociamos hace nueve temporadas, y este año, aunque resulte difícil, no renunciamos a perseguir el quinto”.

Una magnífica inversión

Además, el estratega deportivo de Red Bull compartió con los asistentes una anécdota deliciosa, pura fascinación relojera sobre cuatro ruedas: “Yo era un incondicional de los relojes de TAG Heuer desde que, siendo aún un adolescente, vi uno en la muñeca de mi ídolo, Ayrton Senna. Hace ahora 20 años, mi equipo ganó una carrera de Fórmula 3000 en Monza y Bernie Ecclestone, según su costumbre, vino a entregarme el sobre con dinero en efectivo que se daba por entonces a los directores de las escuderías ganadoras. ‘¿Qué hago con esto?’, pensé. ‘Si me lo llevo a Inglaterra acabaré gastándolo en cualquier tontería. Prefiero tener un recuerdo de esta victoria’. Así que pasé por la boutique del aeropuerto de Niza y, como no me llegaba para comprarme el modelo Monaco exclusivo, me gasté el dinero en un cronómetro Heuer Monza Flyback. Aún lo llevo puesto”.

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TAG Heuer en el GP de España

Tras los cócteles, el photocall y la intervención de Horner, vino tinto y champán, un timbal de escalibada con jamón ibérico, una lubina con sala de marisco sobre un lecho de arroz rojo y un postre de fantasía. Todo al arrullo de un dúo de jazz y lounge music (cantante y saxofón) y junto a un lienzo hiperrealista del madrileño Manu Campa que mostraba en toda su rotundidad el Red Bull de Verstappen. En las vitrinas junto al estrado se exhibieron varios modelos de la recién presentada colección Formula 1 de TAG Heuer, que supone un homenaje y un salto evolutivo con respecto a la original, lanzada en 1986. El núcleo son tres nuevos diseños, uno con brazaletes de acero y una elegante y clásica esfera negra y blanca, otro en un intenso azul y un tercero de color rojo. Los otros seis son ediciones limitadas que apuestan por una rica gama cromática, del verde y rojo al negro y amarillo.

165 años de historia

TAG Heuer, compañía con sede central en La-Chaux-de-Fonds, cantón de Neuchátel, fue fundada en 1860 y tiene una larga trayectoria de primeras veces relacionadas con el gran espectáculo itinerante del automovilismo. Fue la primera marca en asociarse con un piloto, la primera en poner su logo en un bólido de Fórmula 1, la primera en patrocinar un equipo. Ya en la década de 1960, el piloto austríaco Jochen Rindt llevó puesto un cronógrafo de pulsera Heuer Atavia durante gran parte de su carrera. En 1969, el suizo Jo Siffert se convirtió en embajador de marca y lució el logotipo de otro reloj de la factoría TAG Heuer, el Calibre 11, en su flamante Rob Walker Lotus 49B.

Luego llegarían las colaboraciones de la relojera con Ferrari y McLaren, el lanzamiento en 1986 del modelo TAG Heuer Formula 1 y, a partir de 2016, la estrecha alianza con Oracle Red Bull Racing que sigue en vigor en la actualidad. En todo este tiempo, los equipos patrocinados por TAG Heuer han obtenido 239 victorias, 613 podios, 9.471 puntos, 15 Campeonatos del Mundo de Pilotos y 11 de constructores. Una imponente cosecha ganadora a la que la compañía hace referencia en su recién lanzada campaña publicitaria Designed to Win, que recoge una frase del mítico as de la velocidad Ayrton Senna: “No fui diseñado para quedar segundo ni tercero, sino para ganar”.