Banda ‘indie’ de los noventa consigue 200 millones de reproducciones en Spotify: así renació Pavement
‘Pavements’, de Alex Ross Perry, se acaba de estrenar en EE UU y narra, de un modo muy peculiar, la singular carrera de una banda que lleva décadas huyendo del éxito y tropezándose con él

La historia de Pavement debería haberse quedado en la siguiente idea: sin llegar a ser tan masivos como Nirvana o R.E.M., fue, para muchos, el grupo de culto que mejor definió el rock alternativo de los noventa. Entre 1989 y 1999 publicaron cinco álbumes y diez EP hasta que se disolvieron por decisión unilateral de su líder, Stephen Malkmus. Sin embargo, durante su ausencia y favorecidos por internet, la adoración aumentó entre nuevos públicos y grupos que los reivindicaban.
En 2010 decidieron reunirse, y lo primero que hicieron fue llenar el neoyorquino Central Park durante cinco noches, cuando en su primera vida -festivales aparte- nunca habían superado el techo de cristal de las salas de 3.000 espectadores. Diez años después anunciaron otra gira de reunión que comenzarían como cabezas de cartel en el Primavera Sound. Por esa época, una oscura cara B que yacía olvidada en su repertorio, Harness Your Hopes, se convirtió en un extraño fenómeno viral y en la canción más reproducida de su carrera, atrayendo a otra novísima generación de seguidores y llevando al grupo a grabar un videoclip del tema.
Pero lo más inesperado de todo es que ellos son los protagonistas de Pavements, una de las películas musicales más extrañas y rupturistas que se han hecho nunca. El pasado 2 de mayo se estrenó en las salas comerciales de EE UU tras pasar por varios festivales (el año pasado se pudo ver en el festival In-Edit de Barcelona y hace un par de meses se proyectó en La Casa Encendida de Madrid, dentro del ciclo Playlist: Cine y música) y va a llegar a la plataforma Filmin el próximo 16 de mayo.

El filme, dirigido por el cineasta independiente Alex Ross Perry, es una refutación del típico rockumental que se empeña en subvertir todos los códigos del género. En realidad, se compone de cuatro películas a la vez, que transcurren simultáneamente. La más convencional sería la filmación de los preparativos de la última gira de reunión de Pavement, en 2022, combinada con imágenes de archivo de la historia de la banda. Esto se alterna con el making off de un falso biopic de Hollywood, un filme de gran presupuesto que se titularía Range Life. A Pavement Story y en el que se les presenta como el grupo de rock más importante de su generación. En sus imágenes, vemos a un voluntarioso Joe Keery (Stranger Things) interpretando a Stephen Malkmus como un actor de método, y a Jason Schwartzman encarnando al jefe de la discográfica Matador. Más sorprendentes aún son las imágenes de un musical teatral sobre el grupo (Slanted! Enchanted!), con actores que cantan sus canciones y coreografías ad hoc. Finalmente, se incluyen secuencias del propio grupo visitando una exposición titulada Pavements 1933-2022 que les dedican en una galería de Nueva York.
En todo este juego intertextual y metanarrativo prima un humor bastante sardónico y personal, pues en ningún momento se dice lo que es real y lo que es ficción. Algunas pistas: en la exposición aparecen anuncios de Apple y Absolut que sugieren momentos de debilidad en que la banda sacrificó sus ideales y se vendió (son falsos), así como la ropa que llevaban en el concierto de Lollapalooza en el que les tiraron barro, aparentemente conservada con toda su suciedad durante treinta años sin pasar por la lavandería. Lo que sí es verídico es que la muestra sí que se celebró, aunque en formato pop up, y el concierto homenaje, con artistas jóvenes como Snail Mail y Soccer Mommy interpretando las canciones de Pavement, también fue real.
En cuanto al musical, se representó durante tres días en un teatro del off Broadway con excelentes críticas, como la escrita por Rob Sheffield en Rolling Stone, donde decía que ver a los actores interpretando las canciones más intrincadas de Wowee Zowee con caras impasibles era la expresión definitiva del teatro del absurdo. Ese biopic que aparece en Pavements, sin embargo, nunca se llegó a rodar. Alex Ross Perry ha definido todo este artefacto como “un experimento semiótico” y lo ha comparado con la idea de hacer una película sobre Bob Dylan que juntase a su vez los documentales Don’t Look Back, de D.A. Pennebaker y Rolling Thunder Revue, de Martin Scorsese, y los filmes de ficción I’m Not There, de Todd Haynes, y Renaldo y Clara, del propio Dylan. Pero lo más novedoso es cómo el cineasta organizó, de facto, todos los pseudo-eventos (incluido un falso estreno de Range Life) con la intención de que formasen parte de la película. En lugar de elaborar un guion prefijado, él decidió crear situaciones y documentarlas.
Los (anti)héroes de la cultura slacker
Pavement nació a finales de los años ochenta en la ciudad de Stockton, en California, inicialmente como un proyecto de los vocalistas y guitarristas Stephen Mallkmus y Scott Kannberg. Eran chicos de los suburbios, de clase media-alta y sin antecedentes artísticos en sus familias (el padre de Malkmus era agente de seguros). Fue en la universidad donde se aficionaron a la música de gente como The Velvet Underground, Can y The Fall y donde empezaron a tocar y componer. Su primer EP, Slay Tracks: 1933-1969, apareció en 1989 y lo grabaron los dos amigos en el estudio del batería Gary Young, un hippie considerablemente mayor que ellos y de comportamiento bastante alocado, pero quien dijo de Malkmus: “Este auténtico idiota es todo un genio de la composición”. Lo acabaron incorporando al grupo y, con el añadido de Mark Ibold al bajo y Bob Nastanovich como segundo batería, grabaron un primer álbum que los convirtió automáticamente en uno de los grupos más influyentes de su tiempo: Slanted And Enchanted, en 1992.

Se supone que Pavement habían llegado al lugar adecuado en el momento adecuado. Nevermind, de Nirvana, acababa de revolucionar toda la industria musical y las grandes discográficas se lanzaban a la caza y captura de grupos de rock alternativo. La mayoría de los estandartes de aquel movimiento (de R.E.M. a Sonic Youth, pasando por The Lemonheads, Dinosaur Jr. o Throwing Muses) habían sido fichados por multinacionales y eran programados con entusiasmo en las cadenas generalistas. La banda de Stockton, sin embargo, siempre se mantuvo a un nivel más genuinamente independiente y se convirtió en abanderada de la denominada cultura slacker, que sería el más auténtico distintivo de la Generación X: no se esforzaban en grabar ni sonar bien, cantaban y tocaban sus instrumentos con cierta sensación de desidia, se confrontaban a la idea de “venderse” y teñían sus actos de ironía y cierta sensación de aburrimiento como forma de rechazar todo lo que les rodeaba. “Cantar desafinado es un acto revolucionario”, afirmó en una entrevista, sin dejar claro si era en serio o en broma. El caso es que, pese a lo desaliñado y fragmentario de su forma de componer y grabar, por detrás mostraban una gran habilidad para construir melodías fascinantes.

En su primera gira europea, en 1992, reinó el caos, sobre todo por el comportamiento excéntrico y siempre imprevisible del alcohólico Gary Young, quien cada noche salía a recibir al público con un talismán (podían ser trozos de plástico, monedas, cerillas, repollos, puré de patatas…), pero también podía terminar corriendo alrededor de la sala mientras la banda tocaba o, más frecuentemente, caerse de la batería completamente borracho. La situación se hizo insostenible y la banda terminó por echarlo y sustituirlo por Steve West. Tras dejar el grupo se dice que el exbatería se dedicó a construir y vender casetas de perro, aunque puede que se trate de una leyenda urbana. Lo que sí se sabe es que grabó cuatro discos en solitario y que falleció en 2023, con 70 años.
Vestidos para un éxito que nunca llegó
Con la nueva formación, ya definitiva, Pavement grabaron su álbum más popular, Crooked Rain, Crooked Rain (1994), el que estuvo a punto de llevarlos a un éxito masivo, sobre todo gracias al videoclip de Cut Your Hair, que se emitió a menudo en la MTV.
Sin embargo, cuando lo comentaron los personajes animados de Beavis y Butt-head (otros iconos alternativos de aquella época), lo hicieron gritando a la pantalla: “¡Tenéis que esforzaros, esforzaos más!”. En Here, uno de los temas más recordados del primer álbum, Malkmus comenzaba cantando: “Estaba vestido para el éxito/ pero el éxito nunca llegó”, aunque era una ironía más. Ellos no estaban dispuestos a sacrificar nada para alcanzar más público. “Si hubiéramos firmado con la agencia Gold Mountain [que llevaba a Nirvana y Sonic Youth] o con la discográfica Geffen, quizás Crooked Rain habría vendido 750.000 copias en lugar de 250.000. Pero en realidad era la diferencia entre ser Pavement o ser Weezer”, le dijo Malkmus a Chuck Klosterman en la revista GQ en 2010, en un artículo titulado La banda más grande y más indie de todos los tiempos. “Nunca tuve mucha confianza en mi capacidad para componer éxitos. Hay una fórmula para eso, y no soy bueno escribiendo coros. Soy mejor con las estrofas. A veces ni siquiera llego al estribillo”, le confesaba el músico al afamado escritor.
El caso es que su sarcasmo tampoco se entendía siempre bien. En otro de sus sencillos más famosos, Range Life, la polémica llego con estas líneas: “De gira con The Smashing Pumpkins/ chicos naturales que no sirven para nada/ No entiendo lo que quieren decir/ y me la pela/ The Stone Temple Pilots son solteros elegantes/ Son astutos para mí, ¿lo son para ti?/ Estoy de acuerdo en que no merecen absolutamente nada”. Al parecer, eso molestó tanto a Billy Corgan que exigió que los quitaran del cartel del festival itinerante Lollapalooza, donde iban a coincidir con los Pumpkins.
Tras rozar el éxito, Pavement se autoboicotearon en su tercer álbum. Wowee Zowee apareció en 1995 como un doble LP de tres caras (una de ellas se quedó en blanco) y un buen número de temas experimentales y caóticos que, al parecer, fueron influidos por un excesivo consumo de marihuana, y ese espíritu se llevó a unos conciertos en los que predominaba la improvisación. Esa vez sí que actuaron en Lollapalooza pero, en el paso del festival por Virginia, les arrojaron piedras con barro y abandonaron el escenario después de que una de ellas impactara al vocalista. El batería respondió al público gritándoles “¡Que os jodan!” y haciéndoles un calvo a modo de despedida.

Brighten The Corners, en 1997, volvió a sorprender con un quiebro hacia un cancionero más accesible, y Terror Twilight (1999) lo grabaron con Nigel Godrich, productor de Radiohead, sin mucho entendimiento. Malkmus ya estaba desilusionado con la banda y en su último concierto, en el Brixton Academy de Londres, representó su estado anímico colocando unas esposas en el pie de micro. Aquel fue el final de Pavement, por la puerta de atrás y sin que nadie le diese demasiado bombo… hasta 2010, cuando anunciaron un regreso que se recibió a lo grande. Primero iba a ser un concierto benéfico en Central Park. Todas las entradas se agotaron en dos minutos, y al final fueron cinco actuaciones, a las que siguió una gira mundial que les llevó, por ejemplo, a llenar el escenario grande del Primavera Sound. Diez años después, anunciaron de nuevo dos conciertos únicos para celebrar el 30 aniversario del grupo, en las ediciones de Barcelona y Oporto del mismo festival, pero, debido a la pandemia, el plan se retrasó hasta 2022, y se acompañó de una nueva gira, la última hasta la fecha.
El extraño caso del algoritmo que los hizo virales
Pese a sus dos reuniones, Pavement no han grabado nada nuevo desde 1999, pero en mayo de 2024 obtuvo el primer disco de oro de su carrera gracias a Harness Your Hopes, una cara b incluida en su penúltimo single, Spit On A Stranger, y de cuya existencia ni se acordaba el grupo. Es un extrañísimo caso, ya que el tema se empezó a viralizar alrededor de 2017 en Spotify sin conocerse muy bien la causa. Algunos expertos se la atribuyen a la función autoplay que incluye la plataforma. Esto es, cuando el usuario finaliza la reproducción de un disco, el algoritmo le lleva automáticamente a una canción que suena similar a lo que ha estado escuchando. Aparentemente, hubo algo en la programación de uno de esos algoritmos que llevó a que el oscuro tema de Pavement comenzase a aparecer por doquier, lo que nos dice mucho sobre la gigantesca influencia de determinadas “manos invisibles” en la forma actual de consumir música.
Harness Your Hopes es, de largo, el tema más escuchado de Pavement en Spotify: supera los 200 millones de reproducciones, cuadriplicando las del segundo, Cut Your Hair. También ha habido otras curiosas referencias a la banda en los últimos años, como en la película Barbie, de Greta Gerwig, en una secuencia en que Ken le hace mansplaining a Barbie contándole las excelencias como compositor de Stephen Malkmus. Y la cantante Beabadoobee le ha reivindicado en su single I Wish I Was Stephen Malkmus.
A pesar de todo este impacto de actualidad, de momento no está previsto que Pavement se vuelva a reactivar. El año pasado, su vocalista puso en marcha un nuevo grupo, The Hard Quartet, que, por cierto, viene a tocar a España en breve: el 5 de junio estarán en Madrid (Sala Villanos) y el 6 en Barcelona (Primavera Sound).
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