Hay vida albondiguera más allá de la carne: estas albóndigas veganas de origen turco son una buena muestra de ello. Además son ligeras, perfectas para el verano y están buenísimas.
El picoteo no tiene por qué ser sinónimo de alimentos poco saludables. Estas ocho recetas vegetarianas demuestran que puedes calmar el hambre en poco tiempo sin necesidad de recurrir a los snacks.
La hamburguesa vegetal hiperrealista Beyond Meat comienza a dejarse ver en los supermercados españoles. ¿Se parece tanto a la de carne? ¿Está igual de buena? Expertos y vegetarianos tienen sus dudas sobre ella.
Si eres vegetariano, vegano o algo así, deja de leer porque este post no es para ti: la selección de hoy solo es apta para carnívoros ansiosos de hincar el diente en un chuletón de kilo.
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Preparamos un cuscús frio con tempeh, un derivado de la soja con bastante más sabor que el tofu. Y la rematamos con una tapenade de aceitunas negras sencillísima y tan sabrosa como versátil.
Rendimos el enésimo homenaje a la alcachofa con un arroz a la cazuela. Unas finísimas lonchas de panceta ibérica fundidas logran que se venga aún más arriba.
Este mes nos hemos puesto gochos a base de canelones y patatas fritas, y para compensarlo, hemos dejado de cometer crímenes contra las verduras y hemos descubierto el mejor yogur.
Hamburguesa de lentejas y garbanzos.
En verano, los días son más cortos, pero las sobremesas son más largas. Las de después de comer y las de antes, con el aperitivo. Mira qué lista te hemos preparado para que te des la vidorra padre.
Unos rábanos asados con anchoa y rúcula, un salmón marinado con mostaza y coñac, unas alitas crujientes o una tortilla de patata en salsa verde: nuestro menú de esta semana es para darnos los 12 puntos.
Puedes tener lo más gustoso de este estofado -el sabor, la jugosidad y el crujiente de la col encurtida que suele acompañarlo- sin tener que zamparte ningún animal. ¿Cómo? Con lentejas, setas y hortalizas.
Ensalada de tomate, garbanzos y anchoas.
Un aperitivo, comida, merienda o cena vegetariano –o no, tú decides– que te hará triunfar con muy poco esfuerzo y todavía menos presupuesto.
Este plato tailandés suele prepararse con carne picada, que hoy cambiamos por brócoli: su sabor es potente, cítrico y picante, perfecto para recibir al buen tiempo.
Las chirivías no son fáciles de encontrar en todas partes, pero le dan un extra de sabor muy interesante a las lentejas. Si no las tienes a mano, más zanahoria y unas semillas de hinojo pueden sustituirlas.
Ensaladas, cremas de verduras, sopas o una boloñesa vegetariana: las posibilidades para integrar esta variedad de lentejas en el recetario habitual son casi infinitas