
Sánchez defiende la inocencia del fiscal general y abre la puerta al Constitucional: ¿y ahora qué?
La condena al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha abierto un nuevo frente político y judicial de enorme sensibilidad.
La primera reacción del presidente del Gobierno ha ido en esa línea: Pedro Sánchez ha intentado mostrarse prudente, consciente de que cualquier choque institucional con el Tribunal Supremo puede disparar aún más la tensión.
- Aun así, ha dejado entrever su malestar por una sentencia que “lamenta” y cuya corrección ve posible en “otras instancias jurisdiccionales”.
¿Y qué implica exactamente? Sánchez sugiere que el Tribunal Constitucional (o, llegado el caso, la justicia europea) podrían revisar un fallo que el Gobierno considera controvertido.
- Es una forma de marcar distancias con el criterio de la Sala Segunda sin romper la vía institucional.
La defensa de García Ortiz ha sido rotunda. Sánchez ha insistido en su “creencia en la inocencia” del fiscal y ha recordado que periodistas de “dilatada experiencia” declararon que él no fue el origen de las filtraciones.
¿Y ahora qué? El Gobierno ya ha activado el procedimiento para elegir a un nuevo fiscal general, aunque la sustitución depende de que García Ortiz presente su dimisión.
- Lo que sí se da por hecho es que el relevo será de perfil “netamente progresista” y con la fortaleza suficiente para encarar una coyuntura especialmente delicada.
Mientras tanto, la calle también se ha movido. Cientos de personas se han concentrado frente al Supremo, en la Plaza de la Villa de París de Madrid, para denunciar lo que consideran una condena injusta.
©Foto: Ricardo Rubio (Europa Press)