Historia de una española deportada por EE UU: días sin apenas comida y seis meses recluida

El 8 de agosto de 2024, Esther Soto, sevillana de 45 años, echó a su marido de su casa en Miami por malos tratos. Tres días después la policía acudió allí a arrestarla: su marido había alertado a las autoridades porque no tenía permiso de residencia.
- La mujer pasó 14 días detenida y luego fue liberada con una tobillera electrónica.
- En enero, ya con Donald Trump en la Casa Blanca, Soto volvió a ser detenida.
Así empezaron su seis meses de “tortura”. Desde entonces y hasta su deportación este mismo mes de julio, Soto pasó seis meses en centros de detención e incluso en la cárcel de Orlando. Describe cómo fue tratada como “una delincuente” a pesar de que desde 2019 su vida en EE UU había sido normal:
- Pasó cinco días hacinada junto a otras 30 mujeres en una sala con capacidad para 12 en la que dormían en el suelo de hormigón, usaban dos retretes a la vista de todas y apenas tenían comida.
- Después fue enviada a la cárcel de mujeres de Orlando en un trayecto de 30 horas esposada.
- Y más tarde a un centro de detención de Texas donde compartía espacio con hombres condenados por delitos violentos.
Al final, pidió que la expulsaran. En el itinerario de su billete de avión a Madrid del pasado sábado, junto a su nombre aparecen unas siglas: DEPU (Deportee unaccompanied): deportada sin acompañante.
©Foto: Paco Puentes