
La nueva carrera por las tierras raras (y por el poder global)
La rivalidad entre China y Estados Unidos ya no se libra solo en el comercio o la tecnología, sino también en el subsuelo.
¿Pero qué está pasando? Las tierras raras, un grupo de 17 elementos fundamentales para sectores como la energía verde, la defensa o la inteligencia artificial, se han convertido en un arma geopolítica silenciosa pero poderosa.
Su valor estratégico supera con creces su volumen económico: aunque el mercado de tierras raras alcanzó unos 6.000 millones de dólares en 2024, su capacidad de condicionar industrias enteras es enorme.
- Estos elementos están presentes en todo: desde vehículos eléctricos hasta misiles, satélites o microchips.
Contexto. Esta semana, nuevos movimientos de gigantes como Nvidia, Apple o el Pentágono han dejado clara una realidad: el dominio chino sobre estos minerales es una de las piezas más estratégicas en el pulso global por el liderazgo del siglo XXI.
Un dato: China domina el 90% del refinado mundial de tierras raras y dos tercios de su minería. Aunque otros países pueden extraer el mineral, la mayor parte acaba en China para ser procesado.
Estados Unidos y la UE intentan reaccionar (pero llegan tarde). Mientras EE UU compra acciones de mineras y ofrece garantías de precio, la UE ha aprobado una ley para reducir dependencias y crear reservas estratégicas.
- Pero el retraso pesa: recuperar capacidades de refinado lleva años, requiere conocimientos técnicos y plantea costes medioambientales que en su día llevaron a Europa a deslocalizar toda la industria. Ahora, volver atrás no será fácil.
©Foto: AP