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Enfrentamiento entre grafiteros y viajeros en la estación de Sainz de Baranda de Metro de Madrid: “Iros ya, venga”

En un vídeo publicado en redes se ve cómo dos usuarios bajan a las vías y se encaran con los jóvenes entre gritos de “y la seguridad dónde está”

Sainz de Baranda de Metro de Madrid
V. Torres

La cuenta de Instagram @psicotico_manifa, que se define como un “creador de contenido” que defiende “una España grande y libre”, publicó el 17 de junio un impactante vídeo en el que se recoge un fuerte enfrentamiento entre gratiferos y usuarios del Metro de Madrid, que acumula más de 471.000 visualizaciones, más de 5.300 me gustas y más de 1.490 comentarios y que ha sido replicado en X por otras cuentas. Es real, según confirma este jueves a este diario un portavoz del suburbano.

Ocurrió, efectivamente, en plena hora punta del 10 de junio en la estación de Sainz de Baranda de Línea 6, conocida como la Circular y la más usada de la red con una media de 430.000 viajeros en días laborables. “A las 7.50, dos grafiteros accionaron el tirador de alarma para detener el tren y se bajaron para pintarlo”, explica el portavoz. A esto, tirar del freno de emergencia, se le llama palancazo.

En las imágenes, cargadas de tensión, se ve cómo dos viajeros bajan a las vías, se encaran con los grafiteros y están a punto de llegar a las manos entre gritos de “y la seguridad dónde está”. En un momento dado, uno de los jóvenes, con la cara cubierta con un pañuelo y con pantalones cortos, se gira tras gritar a un pasajero, se tropieza, se levanta una rejilla y cae dentro de un agujero. “Vale, vale, iros (sic) ya, venga“, les ordena una trabajadora de la seguridad del metro desde el andén.

Otro grafitero, vestido de negro y también con el rostro cubierto, aparece en escena, recoge un par de sprays y parece marcharse con el primero a la carrera por el túnel. Sin embargo, vuelve sobre sus pasos y amenaza con los botes a este y otro viajero, al que el grafitero acaba lanzando uno de los envases mientras el otro usuario del suburbano lo rocía con algo, posiblemente un spray de pimienta, que acaba respirando él mismo. Los dos grafiteros “finalmente huyeron por el túnel” sin llegar a pintar nada, indica el portavoz. “Se llamó a la policía inmediatamente, pero lograron escapar”, concluye.

Sin embargo, la historia completa es mucho más larga. Según detalla a EL PAÍS una portavoz de la Jefatura Superior de Policía, la escena comenzó 25 minutos antes, a las 6.25, momento en el que “dos individuos se encuentran realizando gratifis en la parada de metro de Sainz de Baranda”. No habían parado el tren, sino que habían aprovechado el momento de apertura y cierre de las puertas para la entrada y salida de viajeros.

Un hombre que esperaba en el andén los ve y les recrimina su actitud y los dos implicados huyen al último vagón, donde presionan la seta de seguridad para detener el convoy, que ya había iniciado su marcha y “aprovechar la confusión para salir corriendo”. Alguien alerta a la Policía Nacional, pero a la llegada de los agentes ya no se encuentran en el lugar. El caso, de momento, está cerrado, ya que nadie ha presentado una denuncia por estos hechos, añade la portavoz.

Aunque es un caso llamativo, no es la primera vez que viajeros se enfrentan a los grafiteros en situaciones similares, como señala el portavoz de metro sin concretar: “Alguna que otra vez ha pasado”. Metro, que a preguntas de este diario no detalla cuántas veces en lo que va de año han detenido convoyes para pintarlos, sí apunta que gastó 530.000 euros en limpieza de grafitis en 2024.

Hace cuatro semanas, unos grafiteros sí que llegaron a pintar vagones de la misma L6. Según se ve un vídeo que publicó Telemadrid, un grupo de jóvenes detuvo el convoy, que se dirigía desde Pacífico a Méndez Álvaro. De perseguir estos y otros delitos como hurtos y robos con violencia se encarga la Brigada Móvil de la Policía Nacional, que tiene 310 y cuenta con tres grupos, uno dedicado al metro.

La última gran operación policial contra los grafiteros, bautizada Ninot, se dio a conocer el 31 de mayo: la detención de 29 personas como presuntas autoras de 287 pintadas en trenes, la mayoría ellos, 18, en la Comunidad de Madrid.

Los arrestos en esta región se produjeron en San Sebastián de los Reyes, Alcobendas, Torrejón de Ardoz, Galapagar, Boadilla del Monte, Móstoles, Leganés y Getafe y se los acusa de 220 hechos delictivos (188 delitos de daños y 32 de desórdenes públicos) con un perjuicio económico de 1.026.412 euros. “Las pesquisas han evidenciado que Madrid, al contar con importantes vías de comunicación e infraestructuras ferroviarias, se convierte en un lugar muy atractivo que atrae a grafiteros nacionales e internacionales”, dijo entonces la policía, a la que llama la atención el “alto grado de profesionalización” de los detenidos, que “estudian minuciosamente los horarios y frecuencia de los trenes y la distancia de frenado y cuentan con todo tipo de herramientas, útiles y llaves maestras”.

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Sobre la firma

V. Torres
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.
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