La princesa Leonor recibe honores en Galicia en medio de la bronca política
La concesión, por parte de la Xunta, de la máxima condecoración autonómica solivianta al BNG: “No la merece, no hizo nada por el pueblo gallego. Usan la medalla para blanquear a la corona”
Al filo de las once de la mañana, la princesa Leonor de Borbón ha recibido la Medalla de Galicia, la máxima condecoración que se puede recibir en esta comunidad autónoma. En el compostelano Pazo de Raxoi, y al son de las gaitas y el Himno Galego, la princesa de Asturias, vestida con su uniforme de guardiamarina, ha agradecido la “acogida” que recibió en los últimos meses, desde que ingresó en la Escuela Naval de Marín (Pontevedra), contó que su vida allí fue “intensa y exigente” pero confesó que también disfrutó del “buen ambiente”, de “la comida” y sobre todo “de los furanchos”, esos establecimientos típicos, en viviendas particulares, autorizados para despachar por unos meses el vino de la propia cosecha y algunas tapas. El acto se ha visto envuelto en la polémica política desde hace una semana, cuando el Bloque Nacionalista Galego y Galiza Nova, su fuerza juvenil, anunciaron acciones de protesta contra la decisión del Gobierno de la Xunta, del Partido Popular, de otorgar este mérito a la heredera de la corona española.
Leonor ha llegado al Pazo de Raxoi, frente a la catedral de Santiago, saludando al público que la esperaba desde hacía más de una hora en una Praza do Obradoiro blindada por la Policía Nacional por los cuatro costados. Había orden de controlar a cualquier transeúnte que pareciese integrar las filas del nacionalismo gallego, y los miembros de Galiza Nova tuvieron que concentrarse en zonas adyacentes, pero no accedieron a la gran plaza compostelana. Al acto protocolario de entrega de la medalla y firma en el Libro de Oro por parte de la homenajeada no acudió la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín (BNG), que ya el sábado anunció que faltaría: “Usan la Corona para blanquearla, una institución cuestionada social y políticamente”, justificó. La viceportavoz del BNG y responsable de área de Comunicación, Olalla Rodil, expresó también su rechazo porque, Leonor de Borbón “no hizo nada por el pueblo gallego” y “no merece” esta distinción.

“Es un reconocimiento que se entrega a instituciones, personas o entidades que hicieron algo al servicio del pueblo gallego, por lo que esta persona y, sobre todo la institución que representa, no hizo nada por Galicia, más bien al contrario”, abundó Rodil el fin de semana ante los medios. La monarquía es una institución “anacrónica y, sobre todo, antidemocrática por naturaleza y definición”, zanjó, al tiempo que reivindicó el BNG como una formación “profundamente republicana, porque es profundamente demócrata”.

La no participación de la alcaldesa de Santiago en el acto de Raxoi (sede compartida por la Xunta, para actos protocolarios, y el consistorio) ha levantado ampollas en el PSOE y el PP. Los socialistas en el Ayuntamiento han acusado a la regidora de “actuar como militante del BNG” y el PP local ha aprovechado para denunciar que, “una vez más”, Sanmartín “ponga por delante la ideología más radical de su partido”. La secretaria general del PP de Galicia, Paula Prado, ha acusado al BNG de estar “echado al monte del radicalismo” y, en este contexto, ha incidido en que los nacionalistas “no representan en ningún caso a la sociedad real de Galicia”.
Las primeras protestas del Bloque contra los honores otorgados a Leonor de Borbón se remontan al miércoles de la semana pasada, cuando se produjo el desembarco de la princesa en Ferrol en el Juan Sebastián Elcano, el mismo día que su abuelo, Juan Carlos de Borbón, llegaba a Sanxenxo (Pontevedra), para navegar a bordo del Bribón. El BNG convocó entonces una primera concentración para reivindicar “con firmeza, tanto la República Galega como que Galicia no tiene Rey”. El domingo, el buque arribó entre la niebla, a ritmo de Paquito el Chocolatero, a Marín con 76 guardiamarinas abordo, entre ellos la heredera al trono. En esta localidad, el Ayuntamiento también la ha nombrado este lunes Hija Adoptiva, de nuevo con la oposición del BNG.
“Este año en la Armada me ha servido para afianzar los valores de honor, valor, disciplina y lealtad que definen nuestra Escuela Naval Militar”, ha dicho en Santiago la princesa, en un discurso donde ha recordado a todos sus compañeros e instructores y ha agradecido el “cariño” de los marinenses. “No voy a tener morriña alguna”, ha anunciado, “porque a Galicia quiero volver siempre”.
En su turno, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha contestado al Bloque defendiendo que la española es una “democracia avanzada y consolidada” y que “en un momento en que la política nacional atraviesa episodios de evidente inestabilidad, Galicia representa un valor seguro”. “Aquí hemos sabido preservar un clima de estabilidad institucional”, ha seguido, y, en referencia a la alcaldesa ausente, ha dicho que “quien no entienda su labor como representante público desde la moderación, y no piense y gobierne para todos y no solo para los de su ideología, se está equivocando”.
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