La gran batalla que juegan los partidos fuera de Barcelona

Las elecciones municipales plantean este domingo una batalla en cada campanario. Barcelona ha acaparado mucha atención durante la campaña, toda vez que lo que suceda en la capital catalana puede marcar la pauta de la política de pactos en la Generalitat y azuzar una onda expansiva que llegue hasta el Congreso de los Diputados. “Barcelona és la mare dels ous” (expresión catalana que equivale a decir que es la madre del cordero), coinciden en señalar varios asesores de los partidos que se disputan la alcaldía. Pero, fuera de la gran ciudad se disputan otras peleas, y hay objetivos marcados en rojo por cada formación. Lograr una buena presencia en los consistorios abre la puerta a las diputaciones, fuente generosa de dinero y de poder. El PSC ha controlado la de Barcelona, mientras que ERC las de Tarragona y Lleida. Junts ha ejercido el mando en la de Girona.

ERC

En Cataluña hay un total de 927 municipios y Esquerra ha presentado esta vez 804 listas, “un récord”, dice el partido. Los republicanos sacaron buenos resultados en 2019, impulsados por la inercia del procés, y lograron asaltar alcaldías que les eran extrañas. El reto pasa por conservarlas. Es el caso de Tarragona y Lleida, dos capitales de peso, donde hace cuatro años se registró un empate técnico con el PSC, que Esquerra saldó a su favor gracias a la política de pactos. También fue un acuerdo, en este caso a tres bandas, con PSC y la CUP, lo que le permitió a Esquerra gobernar en Sant Cugat del Vallès, tradicional feudo convergente, y donde Junts fue la fuerza más votada en 2019, pero se quedó en la oposición. Esquerra también pronostica pelea ahora por conservar las alcaldías de Manresa, Blanes o Salt.

PSC

El PSC está habituado a lograr gobiernos holgados en la mayoría de consistorios del cinturón metropolitano. Una de las incógnitas reside esta vez en saber el alcance que pueda tener el efecto Gabriel Rufián (ERC) en Santa Coloma de Gramenet, donde manda Núria Parlon con una amplia mayoría absoluta. Rufián es el exponente de una apuesta: Esquerra ansía crecer en los municipios que rodean Barcelona, y estas municipales ponen a prueba la capacidad de aguante del PSC. En Gavà los socialistas tienen el reto de repetir mayoría, ahora sin Raquel Sánchez en los carteles, destinada al Ministerio de Transportes. El PSC también se la juega en Sabadell y Mataró. Un caso aparte es Badalona, donde el actual alcalde socialista Rubén Guijarro trata de sacar rédito de haber comandado el pacto a cuatro (PSC, ERC, Junts y comunes) que sirvió para alejar a Xavier García Albiol (PP) de la alcaldía. Hace cuatro años, los socialistas fueron la lista más votada en Pineda de Mar, la localidad natal de Pere Aragonès. El PSC busca que el ejemplo del pueblo del president no sea un caso aislado y que se replique en municipios que le han sido hostiles últimamente. Enfriada la exaltación que causó el referéndum independentista del 2017, la formación que comanda Salvador Illa persigue superar los vetos que se fraguaron entonces y las urnas ponen a prueba la capacidad para volver a tener protagonismo en la Cataluña interior, con alcaldías o formando parte de acuerdos de gobierno.

Junts per Catalunya

La apuesta de Junts per Catalunya este 28 de mayo es una mezcolanza de siglas, partidos y propuestas. El espacio neoconvergente ambiciona tejer una malla municipal que sirva de palanca para recuperar voz y presencia en la Generalitat. Conservar Girona es una prioridad para Junts, toda vez que es la única capital catalana que controla y que fue la ciudad que propulsó la carrera política del ideólogo del partido, Carles Puigdemont. La exconsejera Gemma Geis se estrena como alcaldable y es la encargada de retener el legado, pero las encuestas sitúan a PSC y a Guanyem-CUP con capacidad para ganar. Otra plaza fuerte de Junts es Vic, lo mismo que Olot. El partido ha tenido que hacer equilibrios con el PDeCAT para tratar de quedarse con Reus, Figueres, Tortosa o Mollerussa. Caso similar se da en Igualada, donde Marc Castells tratará de esquivar el envite de la alcaldable de ERC, la presidenta del Parlament Alba Vergés. En la zona de Lleida y en el Penedès, Junts pactó con la plataforma Impulsem para presentar más de 200 listas de manera conjunta.

PP, En Comú Podem y la CUP

Más allá de conservar su única alcaldía en el municipio de Pontons (Penedès), el Partido Popular prácticamente reduce sus expectativas en Cataluña a un solo nombre: Xavier García Albiol. Lleva tres victorias seguidas en Badalona, pero la aritmética de pactos apenas le ha permitido gobernar la cuarta ciudad de Cataluña de manera temporal, y el objetivo pasa por alcanzar la mayoría. Un caso parecido se da en Castelldefels, con Manu Reyes.

Más allá de la joya de la corona que es Barcelona, los comunes tienen en El Prat de Llobregat su fortín. Lluís Mijoler tiene el reto de mantenerse en el poder, tras haber marcado un fuerte perfil propio en temas de alcance extramunicipal, como su fuerte oposición a la ampliación del aeropuerto. El bloque de los comunes también buscan retener alcaldías como la de Montcada i Reixac, Castellbisbal o la Sénia.

Berga es el estandarte de la CUP. En 2019 obtuvo el 40,75% de los votos y ocho ediles sobre 17. La popular Montse Venturós renunció en 2021 e Ivan Sànchez le tomó el relevo. Ahora él es el cabeza de cartel. La CUP también ha mandado en Celrà y en Verges (Girona) y ambiciona dar la gran sorpresa en Girona, con Lluc Salellas.

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