Los números de los juegos de azar, protagonistas de las Hogueras de Alicante

Uno de los rasgos distintivos de la identidad alicantina se esconde entre los juegos de azar. Vale tanto para la Lotería Nacional como, especialmente, para los cupones de la ONCE. Y se creó en el siglo XIX. Las dos últimas cifras de cada boleto, del 01 al 00, tienen un nombre en valenciano que los identifica, alusivo tanto al costumbrismo como a la fauna, la geografía o la gastronomía. El primero es el Galán y el último, la Muerte. Entre medias, el 15 en Alicante es la Uva, no la Niña Bonita, y el 22, que se suele conocer como los Dos Patitos, la Manzana. Esta tradición es la que ha elegido el artista Pedro Espadero para que protagonice la hoguera oficial de las fiestas alicantinas, que arrancan oficialmente hoy con la Plantà de los 182 monumentos, tanto adultos como infantiles, y de las 50 barracas que se reparten por toda la ciudad. Y que este año cuenta con el aliciente de los recibimientos a Carlos Mazón, que el pasado día 18 acudió a la primera mascletà sin aviso previo en su agenda y cosechó pitos y gritos que pedían su dimisión.

La edición de 2025 (el 25, el Cañón) pretende ser la de la “responsabilidad”, según indicó el alcalde, Luis Barcala, en el bando municipal que suele preceder a los festejos. Con un programa de actos cada vez más dilatado en el tiempo y un progresivo crecimiento de instalaciones patrocinadas, el primer edil alicantino sostiene que la regulación de los “espacios públicos se realiza en aras del bien común, no es una imposición”. “La Fiesta crece al ritmo de la ciudad”, asegura Barcala, que subraya la existencia de más de “11.000 personas censadas” en la organización, que corre a cargo de la Federación de Hogueras (el 11, el Clavel). Una institución que maneja un presupuesto de 2,8 millones de euros solo en la construcción de los monumentos, procedentes de sus propias cuentas, de patrocinios privados y de subvenciones municipales. En esa cantidad no entran las hogueras oficiales, tasadas en 143.500 euros, 118.500 para la adulta y 25.000 para la infantil.

Crece el número de piezas, hay dos más respecto al año pasado, crecen los participantes activos, se dilata en el tiempo una programación que, originalmente, se creó en 1928 a imagen y semejanza de las Fallas valencianas, para conmemorar la llegada del verano, entre el 21 y el 24 de junio (respectivamente, Francia y la Galera). De la idea original de José María Py, un gaditano con buen ojo para la promoción turística, casi un siglo después se ha pasado a que las calles, sobre todo en el centro de la ciudad, comiencen a cortarse una semana antes de los actos programados. Pese a ello, Barcala pide “a los que no participan en la fiesta que sean pacientes y tolerantes”. Eso sí, pide a todos los ciudadanos, defensores y detractores de los festejos, “un ejercicio de responsabilidad”. Sobre todo, en el “disparo de petardos”, que solicita que se evite “lanzarlos en horas de descanso” y que no se permita “que lo hagan nuestros hijos sin que estemos junto a ellos”.

La pólvora es el ingrediente principal de la fiesta. No solo porque culmina con la Cremà de los monumentos en la noche del 24, en la que todas las hogueras se reducen a ceniza, sino porque uno de los fenómenos más masivos es el de las mascletaes, los disparos pirotécnicos que siguen organizados entre los días 18 y 24 en la céntrica Plaza de los Luceros pese a los estudios que alertan sobre su impacto negativo en la fuente que le da nombre. Es el acto que congrega más asistentes y en el que se junta toda la sociedad alicantina. Pese a ello, sorprendió que a la primera asistiera Carlos Mazón, que, como tiene por costumbre desde la dana de Valencia, no incluyó esta visita en su agenda. Ayer, que acudió a la cercana sede del Consell en Alicante, la Casa de las Brujas, para ratificar el acuerdo de las universidades de Alicante y Miguel Hernández de Elche para las prácticas de Medicina, y sin concretar si acudiría a algún acto festivo, se organizó una protesta contra su gestión una hora antes de la mascletà, en el entorno de Luceros. El jefe del Consell acudió de rondón a la Cremà de las Fallas y se ausentó de otras festividades como la Romeria de les Canyes de Castellón o la de la Santa Faz de Alicante.

Una especie de bombo de lotería, rodeado por figuras simbólicas de llamas que sujetan los números y sus nombres y coronado por un corazón elevan la talla de Identidad, la hoguera plantada en la Plaza del Ayuntamiento, a los 20 metros de altura (el 20, España), que el pasado día 18 (18, el Ramo) ya podía visitarse. Junto a ella, se ha levantado H2O, una alegoría al uso responsable del agua modelado por el artista Sergio Gómez. Tanto él como Espadero llevan diez años encargándose de los monumentos municipales, que son uno de los puntos principales de atracción de turistas y curiosos. Según la patronal hotelera Hosbec, en esta segunda quincena de julio, Alicante “se prepara para “mantener niveles cercanos al 90%” (el 90, el Abuelo) estos días, “con el turista nacional como gran protagonista”. En el resto de destinos de la provincia, las reservas confirmadas son del 81,4% en la Costa Blanca, todo el litoral norte salvo Benidorm (el 81, el Matrimonio), y del 68,5% en Alicante Sur, la costa que se extiende entre Alicante y Pilar de la Horadada (el 68, el Rosario). La capital turística tiene anticipado un 88,4% de las reservas hoteleras (el 88, las Tetas).