Radiografía de los sintecho en Cataluña: se multiplica por tres el número de mujeres sin hogar

El sinhogarismo en Cataluña es un fenómeno instalado y en pleno crecimiento. El Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat ha encargado a un grupo de expertos la elaboración de un diagnóstico sobre la situación actual, las tendencias recientes y las características de la población afectada. El informe, presentado este lunes, se basa en distintos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y, por primera vez, incluye un apartado específico para Cataluña. Entre los indicadores más llamativos figura un aumento del 40% en menos de dos años del conjunto de personas que viven en centros y servicios de atención, así como el incremento de 30 puntos porcentuales de mujeres en esta situación (han pasado del 12% al 42% en una década). “El informe confirma una realidad que nos preocupa. El sinhogarismo afecta a perfiles sociales muy distintos, pero especialmente nos alarma el aumento de mujeres”, ha señalado el secretario general de Derechos Sociales e Inclusión, Raúl Moreno Montaña.

La imprevisibilidad de saber dónde dormir o cuándo ducharse forma parte de la rutina diaria de más de 4.700 personas que utilizaron centros y servicios de atención en 2024, un 40% de incremento respecto a 2022. Los datos utilizados corresponden al agrupamiento de encuestas del INE en ciudades de más de 20.000 habitantes. El estudio ha partido de una definición de sinhogarismo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y incluye a personas que viven directamente en la calle o en recursos de emergencia, así como a quienes están alojados en instituciones o en viviendas temporales. También incorpora situaciones de vivienda insegura o inadecuada, como casos de violencia doméstica, hacinamiento o riesgo de desahucio.

Perfil sociodemográfico y económico

Los datos apuntan al carácter multifactorial del fenómeno. Contar con empleo o ingresos ya no garantiza evitar la calle. Un 80% de las personas encuestadas afirma disponer de algún tipo de ingreso; de ellas, el 44% declara tener un trabajo regular, y el resto, empleos temporales o irregulares.

Según el informe, el 78% de las personas sin hogar en Cataluña son de nacionalidad española o europea. “La inmigración puede ser un componente pero no es el único. Mucha gente asocia a un estereotipo de inmigración que no existe”, ha señalado Mónica Martínez Bravo, consejera de Derechos Sociales.

También resulta determinante la precariedad del alojamiento. El 62% vive en centros sociales, el 24% en pisos temporales y un 12% en espacios públicos, donde la presencia es más visible pero la gran mayoría (92%) están empadronados en algún sitio. En lo que se refiere a edad, 79% se concentra entre 30 y 54 años.

Motivos y consecuencias

En Cataluña, el motivo más frecuente en 2022 por el que las personas acabaron en la calle era el desahucio (32%), el doble que en el conjunto de España, una diferencia atribuida al fuerte encarecimiento de la vivienda, especialmente en las grandes ciudades. A ello se suman la finalización del contrato de alquiler (16%) y la imposibilidad de pagar la vivienda (14%). En total, tres factores directamente ligados al acceso a la vivienda explican el 62% de los casos. Otros motivos recurrentes, que afectan a alrededor del 20% de las personas, son la pérdida de empleo, la ruptura de pareja, la migración y los problemas de salud. También aparecen causas menos frecuentes pero asociadas habitualmente al sinhogarismo, como las adicciones, la violencia doméstica, haber pasado por prisión o la salida de un centro de menores.

Una de las conclusiones del informe subraya la soledad extrema que enfrentan muchas personas en esta situación ya que no tienen amigos o familia con quien compartir. “Hay casos de atrofia de las cuerdas vocales porque no tienen con quién hablar. Más del 56% declara que no tiene a nadie a quien acudir”, ha señalado la consejera Martínez Bravo.

Salir de la calle se convierte en algo cada vez más duro y difícil: más de 78% de los entrevistados llevan viviendo en la calle más de un año. Entre los motivos principales identificados por los entrevistados, la gran parte se refiere a cuestiones relacionadas con la vivienda.

Desafíos por delante

Ante unos datos dispersos en distintas encuestas del INE, la Generalitat defiende que el fenómeno requiere un seguimiento anual y un sistema de información unificado. La administración ha comunicado que, a partir de una fotografía clara del problema, será necesario construir un mejor diseño de políticas efectivas que permitan la reducción del sinhogarismo. “Las encuestas actuales son muy limitadas, con poca periodicidad y basadas en un número reducido de entrevistas”, admiten los responsables.

El plan de actuación basado en tres ejes: mejora de la información, coordinación entre distintas áreas y prevención. La coordinación recaerá en una nueva Oficina Autonómica que centralizará proyectos y políticas vinculadas a vivienda, salud, infancia y otros ámbitos que cruzan con la realidad del sinhogarismo. “No sé si podremos erradicarlo, pero sí controlarlo mejor mediante recursos como habitaciones temporales”, ha afirmado Moreno.

El eje de prevención se orientará a un modelo integral que incluye asistencia legal gratuita, mediación y asesoramiento en materia de vivienda. En casos puntuales se contempla el pago temporal del alquiler, priorizando a los municipios con mayores tasas de emergencia habitacional.