Ir al contenido
_
_
_
_

La “explosión” de atún rojo en la Costa Brava tienta a la pesca ilegal

Los inspectores de la Generalitat han decomisado 130 kilos de esta preciada especie en los puertos de Blanes y l’Escala

Pesca del atún rojo en la almadraba de Zahara de los Atunes
Marta Rodríguez

La Inspección de Pesca y Asuntos Marítimos de la Generalitat ha decomisado 130 kilos de atún rojo (Thunnus thynnus) procedentes de tres barcas de pesca recreativa inspeccionadas en la Costa Brava, concretamente en los puertos de Blanes y l’Escala. Se les levantó acta por dos infracciones, una por haber pescado atún rojo cuando ya no se podía, dado que ya no dispone de cuota para la modalidad recreativa, porque se han agotado los 39.940 kilos que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación otorgó a esta pesquera en toda la costa española para 2025. La otra porque no desembarcaron los ejemplares enteros, como estipula la normativa actual. Esta especie desde 2008 está sometida a medidas de protección diferenciada, muy estricta, y las infracciones, consideradas graves, pueden comportar sanciones de hasta 60.000 euros.

Sin embargo, tanto pescadores profesionales como recreativos aseguran que este año “hay una explosión de atún rojo” en el litoral de Girona. Desde Inspección se sospecha que la abundancia, está tentando a algunos recreativos.

La Generalitat decomisa 130 kilos de atún rojo procedentes de la pesca recreativa.

Las inspecciones, que se realizan habitualmente en el momento en que desembarcaban las barcas de recreo ubicadas en los puertos náuticos, se llevaron a cabo el pasado jueves día 7 en L’Escala y al día siguiente en Blanes. En el primero de los puertos se detectó una embarcación que descargó más de 18 kilos de atún rojo troceado, cosa que, aunque se hubiera podido pescar, está rotundamente prohibida. En el segundo se localizaron dos barcas con dos atunes enteros y parte troceados, más de 111 kilos. Estos últimos se interceptaron con la colaboración de agentes de la Unidad Regional de Medio Ambiente de los Mossos d’Esquadra de Girona. Los ejemplares decomisados se depositaron dentro de las cámaras frigoríficas de la Cofradía de Blanes hasta que se entregaron a una entidad benéfica.

Según la normativa sobre pesca marítima, este tipo de infracciones pueden ser consideradas graves y acarrear sanciones entre 601 y 60.000 euros, dependiendo de la gravedad y las circunstancias del caso. Los inspectores que han realizado la actuación, recuerdan que en el ámbito recreativo, la pesca dirigida al atún rojo “está prohibida durante la época de veda, de 15 de octubre a 15 de junio y en caso de captura accidental, el ejemplar debe ser devuelto con vida al mar”.

Cuando no hay veda y hay cuota para pescar esta especie, además de la licencia de pesca recreativa, es necesaria una autorización específica que puede tramitar el titular de la embarcación de recreo de forma telemática en la página web del Ministerio. Se puede hacer pesca dirigida al atún rojo, pero el ejemplar siempre debe liberarse vivo en el mar –recibe el nombre de “captura y suelta”- y cuando no se haya podido evitar la muerte del animal, el titular de la autorización específica podrá tener a bordo un único ejemplar, deberá dejar de pescar y desembarcar la pieza entera. Los Inspectores son conscientes que hay algunos que incumplen la normativa tanto en número de capturas como en el modo de desembarco, de ahí las inspecciones.

Los Inspectores de pesca destacan que “esta no sería la situación de ahora, ya que la pesca de atún rojo, una vez agotada la cuota, -detallan que a veces se acaba en días- está prohibida hasta que se vuelva a abrir la veda el año que viene”. Si coincidiera con la fechas de este año, sería el 16 de junio de 2026.

La pesquería de esta codiciada especie, en algunos lugares conocida como “oro rojo”, es una de las más lucrativas del mundo. Los ejemplares de mayor tamaño están muy perseguidos tanto en el mercado japonés, donde se consumen como sushi y sashimi, como en otras partes del mundo. Esta sobreexplotación perjudicó a la especie que sufrió una gran regresión, sin embargo, según sostiene tanto pescadores profesionales como recreativos, esta situación se ha revertido, aunque todavía no quede reflejado en las normativa.

En la actualidad el precio del kilogramo oscila entre los 40 y los 70 euros, por lo que una de los atunes de Blanes, de 23 kilos, podría estar valorado en unos 1.150 euros en el mercado ilegal, teniendo en cuenta que, recuerdan los inspectores, “está completamente prohibido vender atún rojo e introducirlo en el circuito comercial”. Por si a caso alguien se quisiera lucrar, las inspecciones también se dirigen a restaurantes y pescaderías, a los que se pide la documentación de todo el atún que sirven o venden para comprobar su trazabilidad. En una de las incautaciones mayores que ha habido últimamente, el pasado 4 de abril La Guardia Civil confiscó en Tarifa una treintena de atunes valorados en 18.000 euros.

Esta especie que puede alcanzar los 3’65 metros de largo y 680 kilos de peso, es muy apreciada en la gastronomía y por el consumidor, porque su carne tiene un nivel bajo en grasas saturadas y un gran porcentaje de omega 3, ácido graso esencial con importantes beneficios saludables.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Marta Rodríguez
Corresponsal en Girona especializada en sucesos, judicial y medio ambiente. Es colaboradora de la Agencia EFE y GironaFM y lo ha sido de RNE y Catalunya Ràdio. Fue premiada como corresponsal de Catalunya Ràdio por Radio Associació y recibió el premio Carles Rahola de prensa local por un dosier coral sobre la situación de la justicia en Girona.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_