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Christian, el ultra racista de Mataró que ordenaba la “caza” del magrebí en Torre Pacheco

El detenido mostró su odio hacia los inmigrantes en una manifestación en el barrio de Cerdanyola, en la que profirió gritos xenófobos megáfono en mano

Christian L. F., el detenido el lunes por la tarde en Mataró (Barcelona) como uno de los presuntos cabecillas de la plataforma Deport Them Now UE, en una manifestación promovida en mayo pasado por Vox en la ciudad catalana.Foto: Capgròs
Alfonso L. Congostrina

“Estamos hasta los cojones de los moros”. Esta es una de las expresiones más suaves de las que Christian Lupiáñez gritó, megáfono en mano, el pasado 6 de mayo en una manifestación en el barrio de Cerdanyola de Mataró (Barcelona). La marcha, que en teoría era contra la inseguridad, recorrió uno de los barrios con más vecinos migrantes de este municipio, y la convocó un militante de Vox. La protesta acabó concentrando a los líderes del partido ultra de Abascal en uno de los barrios más deprimidos de la comarca del Maresme y de la provincia de Barcelona. Los de Vox se manifestaron a gritos junto a bares de kebab, locutorios y carnicerías halal. Se concentraron unas decenas de activistas xenófobos habituales junto a una docena de individuos a los que algunos de los asistentes, calificaron de “los más ultras entre los ultras” y que se distinguían por su indumentaria militar. Estas personas desplegaron una pancarta en la que se leía remigration (algo así como “migrar de regreso al lugar de origen”, un eufemismo de deportación) junto con el dibujo de un avión.

El líder de este grupúsculo racista era Lupiáñez. Se trata de un joven de 29 años de Mataró que hasta el lunes era básicamente conocido entre los vecinos por su odio al migrante y por su peculiar gusto al vestir, ataviado casi siempre con ropa de camuflaje de estética militar. El lunes por la tarde, fue detenido por la Guardia Civil.

Lupiáñez no solo es un ultra de Mataró, sino que es uno de los presuntos cabecillas en España de la plataforma internacional Deport Them Now (“Deportadlos ya”). La Benemérita le acusa de ser el instigador de la “caza” de magrebíes que se ha perpetrado estos días en Torre Pacheco (Murcia).

Barrio de Cerdanyola, con un alto porcentaje de vecinos migrantes

“Christian es muy poca cosa. Es el menos simpático de su familia, pero es majo. Eso sí, siempre va vestido con ropa que parece que vaya a la mili”, ironizaba este miércoles Pilar, una vecina del edificio donde vive el arrestado. Lupiáñez vive junto a su padre y su madre en la vía Europa desde que era muy pequeño. “Es una familia normal, el lunes cuando vino la policía nos quedamos de piedra”, admite otra vecina mientras se limpia los dientes en el balcón de casa. “Me lo encontraba en el gimnasio, siempre con las camisetas militares, y le daba vergüenza saludar”, recuerda otra vecina. Pilar le está agradecida a la familia Lupiáñez porque en plena pandemia Christian le llevaba comida a casa cuando estaba enferma. “Eso sí, yo soy española y en este barrio no hay inmigración como en los barrios de Cerdanyola o Rocafonda”, admite la vecina.

Nadie en su edificio sabe a qué se dedica Lupiáñez. En enero consiguió la habilitación del Ministerio del Interior para ejercer como escolta privado. Una acreditación que le permitiría conseguir licencia de pistola o revólver. Hasta esta semana y pese a haber participado en protestas, donde paseaba su odio hacia el migrante, no tenía antecedentes y eso le permitió conseguir la licencia de vigilante de seguridad en 2021. Incluso en 2023 se presentó para trabajar como personal laboral en la prisión de Mas d’Enric (Tarragona). El examinador no le aprobó la entrevista personal y no pudo acceder al empleo.

Pese a su indumentaria, Lupiáñez pasaba desapercibido en Mataró. En el barrio de Cerdanyola varios jóvenes recuerdan la manifestación de mayo que sirvió como presentación del ultra. “Estaba vestido de militar y gritaba mucho. Pero mírale la cara, parece más marroquí que yo”, se burlaba un joven mientras contempla la fotografía del detenido. Bromea sobre el ultra, pero no quiere que su nombre aparezca reflejado. “Suficientes problemas tenemos ya. Como gane Vox no sé qué harán con nosotros”, concluye. Justo al principio de la calle Roselló —por donde transcurrió la manifestación ultra— destaca un comercio que pese a que tiene el letrero de un antiguo bazar, Tecnic General, vende ropa. En el escaparate exterior destaca un maniquí vestido con un traje de baño cerrado y a falta de información un cartel aclara: “Burquinis de diferentes tallas y colores”.

Calle del barrio de Cerdanyola de Mataró

El lunes detuvieron a Lupiáñez y el martes la Guardia Civil regresó con él a casa de sus padres. “Se llevaron dos ordenadores para ver si enviaba proclamas desde ellos”, asegura, con una sonrisa un tanto inocente, otra vecina del arrestado.

De hecho, el detenido, cuando se manifestó en mayo en Cerdanyola acababa de comenzar su liderazgo en Deport Them Now España. Este movimiento comenzó en marzo su actividad pública en España apoyando otra concentración “contra la islamización” en Terrassa (Barcelona) dónde también iban de la mano de Vox.

EL PAÍS ha contactado con José Casado, uno de los concejales de Vox en Mataró que participó en la marcha del barrio de Cerdanyola. Hay fotos de Casado con Lupiáñez en esa protesta. “No conozco a este chico. Hay fotos mías con él porque ese día me hice fotos con 40 personas más”, defiende el regidor. Casado quiere dejar claro que el detenido no pertenece a Vox, pero no quiere pronunciarse sobre nada más: “No le conozco”.

El alcalde de Mataró, David Bote (PSC), acusa directamente a Vox de compartir una manifestación con Lupiáñez y los suyos. Bote acusa al partido de Abascal de “generar más odio y confrontación”. La primera secretaria del PSC en Mataró, Núria Padilla, ha dado un paso más y ha asegurado, en un comunicado, que Vox y Deport Them Now no solo tienen “relación” sino “una estrategia conjunta”.

La Guardia Civil investiga ahora si este joven de Mataró es capaz de movilizar ultras gracias a redes sociales y chats de Telegram y organizar “patrullas vecinales para dar caza a magrebíes”. El futuro de este vigilante de seguridad que asegura ser el líder de una de las plataformas más ultras que se conocen en España está ahora en manos de la justicia.

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