Collboni pide ante la Unesco fondos para la alianza de administraciones contra el racismo

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha pedido este jueves ante la Unesco fondos para la alianza global que se acordó constituir en la cumbre de diciembre contra el racismo, formada por las ciudades, regiones y países que quieran comprometerse a aplicar políticas que combatan ese fenómeno. La idea es establecer “una carta de adhesión a la que los Estados miembros, y luego regiones y ciudades, se pudieran suscribir”, y después articular los fondos necesarios “para hacer una labor de proselitismo de formación y de estrategias compartidas” para los que quieran luchar contra el racismo, ha explicado Collboni en declaraciones a la prensa en la sede de la Unesco en París.

Collboni ha intervenido a continuación ante el Consejo Ejecutivo de esta agencia especializada de la ONU, el primer alcalde en hacerlo, para presentar las conclusiones del Foro Global de la Unesco contra el Racismo y la Discriminación que acogió la capital catalana el 10 y 11 de diciembre pasado. Ante los periodistas, ha anticipado que su objetivo es proponer a la organización dar “un paso más en la lucha contra el racismo y las discriminaciones, que no nos quedemos en una mera declaración final”, sino que las resoluciones de Barcelona se concreten en “un llamamiento a la acción”. También en “una alianza a nivel mundial de todos aquellos países y ciudades que de forma activa practiquen o desarrollen políticas antirracistas, y por lo tanto, que dejemos atrás la etapa declarativa”.

De esa forma, según Collboni, se podría activar “con fondos” de los Estados, “una alianza estructurada a nivel global” de ciudades, regiones y Estados “en un momento en el que en el mundo se están, desafortunadamente, normalizando los discursos racistas y discriminatorios”.

Preguntado sobre si se trataría así de señalar a los que no quieren adherirse, el político socialista ha respondido que “más bien tendría que señalar a los que nos comprometemos con ser activos antirracistas”. Es decir, no a sólo a los que hacen declaraciones contra el racismo, sino a los que darían un paso más y se comprometieran a “activar políticas que combatan las causas del racismo y las discriminaciones y articulen políticas con recursos que hagan posible ese combate”, ha explicado.

Compromiso de país sobre menores no acompañados

Preguntado sobre la relación con la polémica política en España sobre el reparto por comunidades autónomas de los menores migrantes no acompañados que han entrado por Canarias, el alcalde de Barcelona ha afirmado que “tiene que haber un compromiso de todos, del conjunto del país”. Y ha señalado que Barcelona “es la única ciudad de España que tiene un servicio específicamente de acogida de inmigrantes y refugiados”, en el que se atiende a “los flujos que el Estado o la comunidad autónoma” les envían.

“Nosotros vamos a cumplir fielmente, lo hemos hecho siempre, lo que nos requiera el Estado o la comunidad autonómica de Cataluña” y eso “con mecanismos y servicios que son inéditos en el Estado y que son un motivo de orgullo para nosotros”, ha afirmado Collboni desde la capital francesa. “Tenemos que asumir la responsabilidad de acoger a las personas que lo necesitan por una cuestión de derechos humanos. Y creo que las ciudades, las regiones que acogen a personas refugiadas o inmigradas tienen que tener los mecanismos adecuados. La ciudad de Barcelona los tiene”, ha concluido.

Collboni se ha referido también a los preparativos de Mondiacult, la conferencia mundial sobre políticas culturales y de desarrollo sostenible de la ONU que Barcelona acogerá este año. La capital catalana será la primera sede europea de este evento al que acudirán ministros de Cultura de los países miembros en el que se presentará un informe sobre el estado de la cultura y se celebrará un encuentro de ciudades para fijar un marco de cooperación municipal en el ámbito cultural.

El alcalde ha avanzado que iba a hablar ante el consejo Ejecutivo de la Unesco de “la vinculación que hay entre las políticas culturales y la lucha contra el racismo y las discriminaciones”. Igualmente se ha referido a la reunión de grandes urbes durante la conferencia y que se justifica en parte porque “las grandes ciudades del mundo nos estamos convirtiendo en los auténticos baluartes de la democracia (...) porque algunos Estados han dejado de hacerlo”.